
Editorial
Mientras los trabajadores estatales cobraron en cuotas y con sueldos congelados, hubo un notable crecimiento en funcionarios.
Provinciales19 de febrero de 2024El relato principal de la gestión de Claudio Poggi llegó a su fin en menos de 70 días. Diputados de la oposición advirtieron un exponencial incremento en los gastos de personal de más 5.800 millones de pesos durante enero y febrero.
En este sentido, los legisladores solicitaron una auditoría al Tribunal de Cuentas provincial para saber en qué gastó más de 10 mil millones en personal el gobierno.
En el Boletín Oficial del gobierno provincial se estableció que, para el mes de febrero, el dinero destinado a gastos de personal asciende a más de $28.800 millones. Eso implica unos $5 mil millones más en relación a la programación financiera de diciembre (en el que se dio el aguinaldo) y 10 mil millones a la de noviembre.
Mientras ocurren despidos y el salario de los trabajadores quedó congelado desde diciembre, se sospecha que Poggi benefició a funcionarios con un incremento en sus sueldos y también creó nuevos cargos.
El 31 de diciembre, el gobernador firmó un decreto por el que incorpora 71 nuevos contratos fuera de escala. Este tipo de contratación generalmente se acerca a los salarios que cobran quienes son jefes de áreas o programas. Lo insólito es que esta creación fue realizada en expediente papel, con la clara intención de meterlo bajo la alfombra.
Estos nombramientos y las subas de sueldos a funcionarios dejan en evidencia que “la plata siempre estuvo”. Contradiciendo la narrativa comunicacional que intentó instalar el gobierno de la provincia fundida y sin fondos. Un error de casi amateurs que no duró ni 70 días y que deja mal parado al gobernador que mientras pagaba los sueldos en cuotas, creaba cargos.
Es decir el ajuste siempre vino por el lado de los trabajadores, que para Poggi parecieran ser “la casta” en San Luis.
Editorial
El gobernador anunció la reactivación del Centro de Deshabituación de La Toma, paralizado por su propia gestión durante casi dos años pese a tener un 85% de avance. La oposición lo acusa de hacer marketing con la salud pública.
El subsecretario nacional Alejandro Cacace, convertido en vocero del achique estatal, celebró el cierre de organismos y reclamó al gobernador que continúe con el ajuste. Su pasado familiar ligado al Estado lo deja expuesto ante el propio relato libertario.
Profesionales advirtieron una vez más sobre la crisis en el sistema sanitario. Denuncian la falta de recursos humanos, salarios por debajo de la media y una política de salud desmantelada desde la llegada de Claudio Poggi al poder.
Tras el reclamo de los vecinos del barrio Cerro de la Cruz y la intervención de la Defensoría del Pueblo, el Municipio debió suspender la instalación de una torre de telefonía celular que ya estaba completamente montada.
En lugar de aclarar su viaje a Dubai, el funcionario dejó al desnudo la falta de presupuesto para las personas con discapacidad y la absoluta indolencia oficial.
El Senado aprobó la media sanción de una norma que busca proteger cuentas oficiales. Sin embargo, el propio oficialismo permitió su uso partidario tiempo atrás, cuando El Chorrillero se quedó con las cuentas del programa San Luis Inspira.
Firmó el ajuste con una sonrisa, pero ahora llora los recortes en casa. Poggi quiso ser el aliado perfecto de Milei, aunque no se banca las facturas del amor libertario.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.