
El diputado nacional confirmó su renunciamiento a través de las redes sociales, luego de ser salpicado por un caso de presunto financiamiento del narcotráfico en su campaña.
Una encuesta nacional reveló que el 44% de los argentinos teme quedarse sin trabajo. El dato refleja el deterioro de las condiciones laborales y el impacto real del ajuste en la vida cotidiana de las familias.
Nacionales08 de julio de 2025En un contexto económico marcado por la recesión, la caída del consumo y los recortes en el Estado, una reciente encuesta nacional expuso con crudeza lo que ya se percibe en la calle, el desempleo volvió a instalarse como el principal miedo de los argentinos. De acuerdo a los resultados, el 44% de los consultados afirmó que teme perder su empleo, superando incluso a la inflación, que obtuvo el 41% de las menciones.
El dato no es menor. Mientras el Gobierno nacional intenta sostener su relato de “orden macroeconómico” y superávit fiscal, el costo social de ese ajuste es cada vez más evidente. Miles de puestos de trabajo en el Estado han sido eliminados, la obra pública está paralizada y el mercado interno se achicó al ritmo de los tarifazos y la licuación del poder adquisitivo.
Lejos de las promesas de reactivación, la sensación de inestabilidad laboral atraviesa todos los sectores. Trabajadores formales temen despidos, empleados estatales viven con la incertidumbre de los recortes y quienes están en la informalidad saben que el consumo en caída pone en riesgo su subsistencia diaria.
Por detrás del desempleo y la inflación, aparecen otras preocupaciones como la inseguridad, la corrupción y el acceso a la salud, pero muy por debajo en el ranking. El informe refleja una sociedad golpeada por el ajuste, sin horizonte claro y con niveles altos de ansiedad económica.
A un año y medio del inicio de la gestión de Javier Milei, el miedo a perder el trabajo se convirtió en la expresión más cruda del modelo de ajuste sin red, donde el costo no lo paga la casta, sino la mayoría trabajadora.
El diputado nacional confirmó su renunciamiento a través de las redes sociales, luego de ser salpicado por un caso de presunto financiamiento del narcotráfico en su campaña.
La percepción negativa trepó al 47,9%. La corrupción es el tema que más preocupa a la sociedad.
En un plenario de comisiones de Diputados, también se avaló la interpelación al ministro de de Salud, Mario Lugones.
El Presidente pierde apoyo en la opinión pública: crece la desaprobación, cae su imagen y se achica la ventaja electoral de cara a octubre. Kicillof aparece como la contracara en ascenso.
La oposición consiguió los dos tercios y revirtió los vetos de Milei a las leyes de Emergencia en el Garrahan (181-60) y Financiamiento Universitario (174-67).
El Poder Ejecutivo nacional vetó por completo la Ley de Emergencia Sanitaria en Pediatría, aprobada recientemente por el Congreso con amplio consenso. La norma buscaba recomponer salarios, garantizar insumos críticos y aumentar el presupuesto del área durante un año.
Le sacó más de 12 puntos en una elección histórica. Arrasó en 6 de las secciones en juego.
Bartolo Abdala e Ivana Arrascaeta votaron en contra de las personas con discapacidad.
El gobierno de Claudio Poggi aplicó la tijera en San Luis+, el canal que no mira nadie y que sobrevive a fuerza de bots e influencers pagos. La crisis interna entre el stream y la señal principal ya se volvió inocultable.
El aparato comunicacional que responde a Claudio Poggi salió en bloque a instalar la candidatura de Mónica Becerra. Sin propuestas claras para San Luis, su única bandera es respaldar al presidente Milei y garantizar la alianza entre el gobernador y la Casa Rosada.
El gobernador reconoció su exabrupto con una periodista, pero eludir su vínculo con José Luis Espert revela un nerviosismo que no logra ocultar. La estrategia mediática vuelve a poner el foco en la narrativa oficial.
Tras una gestión plagada de internas y papelones en el Concejo Deliberante, Agustina Arancibia fue reubicada en el Ministerio de Salud con un contrato por más de $10 millones. El poggismo vuelve a tender la mano a los caídos del hissismo, mientras ajusta a trabajadores y hospitales.
El intendente volvió a demostrar que no aprobará nada que no lleve su firma. Vetó la ordenanza impulsada por el concejal de su propio bloque sobre la regulación de los escaparates, sancionada por mayoría en el Concejo Deliberante y acompañada por el Bloque Justicialista. Es el segundo proyecto del edil que cae por decisión del Ejecutivo.