
Quién es la funcionaria que acomodó su familia en la Municipalidad
Integrantes de su grupo familiar gozan de los beneficios de pertenencia y forman parte de la gestión de Gastón Hissa.
Integrantes de su grupo familiar gozan de los beneficios de pertenencia y forman parte de la gestión de Gastón Hissa.
La reunión conciliatoria en Relaciones Laborales entre la empresa la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de San Luis fracasó, y los choferes iniciarán medidas de fuerza desde el próximo lunes.
El incremento también trae consecuencias en los sueldos ya que genera que los trabajadores se endeuden aún más.
El armado publicitario generó un mar de críticas en las redes sociales por la tardía reacción del Municipio y la falta de presencia en los distintos barrios.
En las redes oficia de empático con los trabajadores despedidos a nivel nacional, pero en la Municipalidad avaló las decenas de despidos que realizó el intendente Hissa.
Preocupa la falta de trabajo de la Municipalidad respecto a la situación. No hay acciones en los espacios verdes y plazas de la ciudad.
Vecinos y vecinas expresan a través de las redes sociales su malestar por la falta de limpieza, iluminación y el deplorable estado de los servicios públicos.
Sus colegas la miraron de reojo y la dejaron fuera de las decisiones importantes. Una relación insegura con la presidenta del cuerpo y las contradicciones.
Esperan desde hace días un puesto y horarios de trabajo como tenían antes de ser despedidos. Mientras tanto el intendente sacado promete jury contra los jueces que no hagan lugar a sus pedidos.
El supermercado luce ya no brinda los beneficios a los trabajadores de la Intendencia de San Luis.
Funcionan como el ariete del intendente Gastón Hissa y se encargan de presionar en cada área. Se complementan con un grupo de trabajadores que son los encargados de señalar a la gente con intención de dejarlos sin trabajo.
En lugar de resolver las fallas del plan alimentario, la flamante coordinadora prefirió meter política en las escuelas y simular gestión en comedores.
Los ediles oficialistas sufren el síndrome Alberto Leyes y no sesionarán hasta que pasen las elecciones. Otra maniobra antidemocrática de una gestión que se cae a pedazos.
El candidato a diputado por el poggismo ahora se dedicará de lleno a la campaña. Previo a eso, repartió recursos de la universidad como si fueran propios, mientras en los pasillos sigue la bronca por su doble juego.
Los ediles oficialistas además de no querer trabajar cometieron un acto de sincericidio advirtiendo que el intendente se puso a trabajar ahora por los comicios del 11 de mayo.