Trombotto otra vez bajo sospecha por favorecer una venta irregular de maíz en el caso El Caburé

El ministro de Desarrollo Productivo, Federico Trombotto, vuelve a quedar en el centro de un escándalo por presuntas maniobras de corrupción. Lo acusan de haber facilitado la operatoria que permitió una millonaria venta de maíz, en una trama que mezcla poder político, favores y negocios rurales.

ActualidadHoyRedacciónRedacción
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El caso El Caburé se expande como una mancha de aceite. Lo que empezó como una denuncia sobre una venta irregular de maíz ahora salpica a otro de los hombres fuertes del gabinete de Claudio Poggi: el ministro de Desarrollo Productivo, Federico Trombotto. Según las acusaciones, el funcionario habría jugado un rol clave al “dilatar” trámites que terminaron favoreciendo a quienes se beneficiaron con la cuestionada operación rural.

El abogado Pascual Celdran, representante del productor Enrique Baira, aseguró que Trombotto instaba a su cliente a “esperar” mientras se hacían supuestas gestiones, tiempo durante el cual los responsables del negocio ilícito lograban concretar la venta. El campo en cuestión, ubicado en el sur provincial, terminó en manos de dos sociedades vinculadas al caso, en un proceso plagado de irregularidades administrativas.

Muchos testimonios apuntan a Trombotto como un actor preponderante en el escándalo de El Caburé. Incluso en la campaña, además de repartir y prometer créditos y electrodomesticos (ver imagen), el ministro también llevaba bolsas de maíz. 

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Un ministro reincidente

No es la primera vez que Trombotto aparece en los márgenes de la transparencia. Su nombre ya había surgido en la Causa Pane, cuando se descubrió que el Ministerio de Producción se había convertido en una usina de contratos direccionados y negocios privados bajo el lema del “emprendedurismo estatal”.

Aquella operatoria, bautizada en los pasillos oficiales como el “método Trombotto”, consistía en usar la estructura del Estado para beneficiar empresas cercanas al poder, consolidando una red de vínculos políticos disfrazados de políticas productivas.

El ejemplo más claro fue la empresa Los Tres Olivas SAS, encargada de proveer viandas escolares. Detrás de la firma estaba Mauricio Oliva, hijo del funcionario del Ministerio de Producción, César Oliva, quien curiosamente operaba desde un inmueble propiedad del propio Trombotto. El galpón fue acondicionado con equipamiento del Estado, un detalle que hoy vuelve a cobrar relevancia.

Poco antes de que estallara el escándalo, César Oliva cedió la empresa a sus hijos, en un movimiento que muchos interpretaron como un intento por despegarse de la maniobra. Sin embargo, la cesión incluyó también el alquiler del inmueble, cerrando un círculo casi perfecto de favores, parentescos y recursos públicos.

Otra vez, la mira está puesta en Trombotto uno de los funcionarios que más acusaciones acumula. 

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