
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
La presidenta del cuerpo fue cuestionada por violaciones al reglamento, abuso de poder y maltrato institucional. Fue protegida por el oficialismo, pero la causa seguirá en la Justicia.
Actualidad26 de junio de 2025Con el respaldo del bloque alineado al intendente Jorge Gastón Hissa, la presidenta del Concejo Deliberante de San Luis, Laura Sánchez, logró evitar su remoción pese a las graves irregularidades que se le atribuyen. La oposición la acusó formalmente por haber violado el reglamento interno del cuerpo, obstruido procesos institucionales y adoptado decisiones unilaterales de alto impacto político. La situación no está cerrada y ahora avanzará hacia la Justicia.
La edil fue acusada de incurrir en múltiples violaciones al reglamento interno, entre ellas, la emisión unilateral de despacho de comisión sin el aval de sus miembros, como sucedió con la ordenanza que prohíbe la actividad de los denominados “trapitos”. El documento fue emitido sin constancia de debate, opiniones vertidas ni votación de los integrantes de los miembros de la comisión.
La maniobra, impulsada por el propio jefe comunal obsesionado con sacar la ordenanza “como la mandó”, fue orquestada por la presidenta del Concejo sin cumplir los procedimientos reglamentarios, constituyendo un hecho de gravedad institucional.
Durante la sesión en la que se trató su remoción, Sánchez recurrió a un discurso cargado de agravios contra la oposición, sin asumir responsabilidad por los hechos. Su intervención no logró revertir la imagen de desorden político e institucional que arrastra desde su llegada a la presidencia del cuerpo.
El oficialismo logró frenar la remoción con mayoría ajustada. No obstante, el bloque de Hissa mostró fisuras, los concejales Mario Silvestri, presidente de la Comisión que Sánchez Ultrajó y Diego Videla se ausentaron de la votación, desmarcándose de la defensa cerrada a la presidenta. Esa retirada fue interpretada como un síntoma de desgaste interno y malestar con el rumbo institucional del cuerpo.
Más allá de la resolución política momentánea, la situación de Sánchez quedó fuertemente comprometida. El bloque opositor anticipó que presentará acciones judiciales por lo que considera una “violación deliberada del reglamento interno” y un “abuso de funciones”. La presidenta del Concejo no solo enfrenta cuestionamientos éticos y políticos, sino también una posible responsabilidad legal en el avance de causas vinculadas a su conducta.
Sostenida por la voluntad del intendente, Sánchez se ha convertido en una pieza clave en una estrategia de control institucional que, lejos de ordenar el funcionamiento del Concejo, lo empuja cada vez más hacia el descrédito. La Justicia deberá ahora determinar si las irregularidades cometidas tienen consecuencias jurídicas. Lo político, ya está claro la presidencia de Sánchez está herida y su permanencia, cada vez más insostenible.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.