
El siguiente resumen ha sido creado con intenciones desestabilizadoras, un grotesco uso del lenguaje y obedece a personas obsesionadas con operar, incluso a sí mismos.
El Gobierno prometió viviendas, pero terminó ofreciendo materiales para construir una pieza. Las redes estallaron y el descontento crece, miles de familias sin terreno quedaron fuera de un sistema improvisado y excluyente.
ActualidadHace 4 horas“Nos prometieron una vivienda y nos quieren dar materiales para construir una pieza, cuando no tenemos ni el terreno”. La frase, repetida una y otra vez en los comentarios de las redes sociales, condensa el enojo de los inscriptos al plan de viviendas del gobierno de Claudio Poggi. Lo que empezó como una promesa de techo digno se transformó en una especie de rifa de materiales para quien tenga suerte y, sobre todo, un terreno donde ponerlos.
Tras la revalidación de datos, el desconcierto fue general. La mayoría de los postulantes —familias con ingresos por debajo del salario mínimo— fueron derivados a la modalidad de “ayuda con materiales”. El problema es que muchos no tienen ni un lote propio. “¿Qué quieren, que usurpemos uno?”, escribió una mujer en la publicación oficial del Ministerio de Desarrollo Humano. La pregunta no buscaba respuesta, era una acusación.
El ministro Gustavo Bertolini, encargado del programa, intentó mostrar avances con un video explicativo donde se veía una maqueta de lo que el Gobierno considera una “solución habitacional básica”: una pieza con baño y una bacha multifunción. La imagen encendió más bronca que esperanza. “Eso no es una casa, es un cuartito para sobrevivir”, replicó otro usuario, reflejando el sentimiento de cientos.
El sistema, además, incluye una condición que pocos esperaban, los materiales no son gratuitos. “Van a dar las cosas en tanda y encima las tenemos que pagar apenas las recibimos. Es una estafa lo de Poggi y las viviendas”, denunció otro beneficiario frustrado.
El contraste entre la promesa electoral y la ejecución actual es brutal. Poggi había hecho del acceso a la vivienda un emblema de campaña, asegurando que recuperaría el espíritu de los planes habitacionales que marcaron a San Luis durante décadas. Pero la gestión, atravesada por la improvisación y el recorte presupuestario, apenas logró entregar cien viviendas en toda la provincia.
El resultado es un esquema que no construye hogares, sino frustraciones. Un plan que nació para dar techo y hoy deja a miles mirando maquetas y calculando cómo pagar materiales para una pieza que, en la mayoría de los casos, no tiene dónde levantarse.
En la San Luis de Poggi, el sueño de la casa propia se achicó tanto que ya ni entra una familia adentro.
El siguiente resumen ha sido creado con intenciones desestabilizadoras, un grotesco uso del lenguaje y obedece a personas obsesionadas con operar, incluso a sí mismos.
El gobernador anunciará la remodelación de la avenida más importante de la capital, una obra diseñada, financiada y aprobada por la gestión anterior. El mismo Poggi que la frenó por vía judicial, ahora intenta capitalizarla como un logro propio.
El intendente volvió a demostrar que no aprobará nada que no lleve su firma. Vetó la ordenanza impulsada por el concejal de su propio bloque sobre la regulación de los escaparates, sancionada por mayoría en el Concejo Deliberante y acompañada por el Bloque Justicialista. Es el segundo proyecto del edil que cae por decisión del Ejecutivo.
Tras una gestión plagada de internas y papelones en el Concejo Deliberante, Agustina Arancibia fue reubicada en el Ministerio de Salud con un contrato por más de $10 millones. El poggismo vuelve a tender la mano a los caídos del hissismo, mientras ajusta a trabajadores y hospitales.
El gobernador reconoció su exabrupto con una periodista, pero eludir su vínculo con José Luis Espert revela un nerviosismo que no logra ocultar. La estrategia mediática vuelve a poner el foco en la narrativa oficial.
El aparato comunicacional que responde a Claudio Poggi salió en bloque a instalar la candidatura de Mónica Becerra. Sin propuestas claras para San Luis, su única bandera es respaldar al presidente Milei y garantizar la alianza entre el gobernador y la Casa Rosada.
El gobierno de Claudio Poggi aplicó la tijera en San Luis+, el canal que no mira nadie y que sobrevive a fuerza de bots e influencers pagos. La crisis interna entre el stream y la señal principal ya se volvió inocultable.
Poggi reacciona con soberbia; Espert, con lágrimas. Los dos exponen la misma debilidad: el miedo a las preguntas fuera del relato.
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El gobernador anunciará la remodelación de la avenida más importante de la capital, una obra diseñada, financiada y aprobada por la gestión anterior. El mismo Poggi que la frenó por vía judicial, ahora intenta capitalizarla como un logro propio.
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El Gobierno prometió viviendas, pero terminó ofreciendo materiales para construir una pieza. Las redes estallaron y el descontento crece, miles de familias sin terreno quedaron fuera de un sistema improvisado y excluyente.