Mientras la gestión navega entre anuncios inflados y resultados escasos, la comunicación oficial intenta convertir encuentros administrativos en gestas históricas. La maquinaria propagandística crece, pero la credibilidad se achica.
ActualidadHace 3 horas
Redacción
Cuando no hay épica, se fabrica. Esa parece ser la premisa que guía la comunicación del gobierno de Claudio Poggi, obsesionada con construir un héroe donde apenas hay administración básica. A los millones destinados a levantar la imagen del gobernador, ahora se suma la necesidad de vestir con solemnidad reuniones que cualquier gestión realiza sin aspavientos.
Esta semana, Poggi dedicará tres jornadas (martes, miércoles y viernes) a reunirse con todas las áreas del gobierno provincial para “actualizar la hoja de ruta” rumbo a 2026-2027. Los medios oficialistas y la agencia estatal lo venden como si fuera una cumbre histórica, cuando en realidad es la típica ronda de gabinete que en otras administraciones pasaba sin estridencias. Pero acá necesitan que parezca decisiva, casi mística. En realidad, se trata de bajarle línea a sus funcionarios.
El problema de fondo es otro, el culto a la personalidad. La agencia de noticias provincial dejó de ser un portal informativo para convertirse en un altar perpetuo a Poggi. Funciona como una vidriera exclusiva donde no hay funcionarios, no hay voces, no hay pluralidad: solo él, el omnipresente. Y sostener esa centralidad comunicacional cuesta millones de pesos.
La paradoja es que la insistencia en construir un líder carismático choca con el mayor déficit del mandatario, justamente, su falta de carisma. Cambian su estética, renuevan colores, ajustan discursos, producen contenido sin descanso, pero Poggi sigue siendo Poggi. Sin magnetismo político, la comunicación oficial se vuelve publicidad, no información.
Aunque el gobierno provincial se muestra ideológicamente distante de los personalismos latinoamericanos, sus prácticas van en la misma dirección; un jefe máximo que aparece en todo, controla todo y señala todo. Pero la necesidad de reafirmarse una y otra vez habla más de inseguridad política que de fortaleza institucional. Demasiados cambios de camiseta, demasiada necesidad de recalibrar su autoridad.
La consecuencia es un trastocamiento de los anuncios. El relato oficial termina igualando la importancia de una entrega de viviendas con una simple reunión en Casa de Gobierno. Todo se infla, todo se exagera, todo se empuja artificialmente hacia la épica. Y cuando todo es épico, nada es importante. Esa es la trampa en la que la comunicación del poggismo parece haber caído de lleno.
Pascual Celdrán afirma que el gobierno de Claudio Poggi utilizó denuncias falsas para desviar la investigación e intentar involucrar a funcionarios de la gestión anterior. Señala presiones sobre la Justicia y responsabiliza a funcionarios actuales por el desvío del maíz.
La información que publicó el senador Bartolo Abdala contradice el discurso central del gobierno de Claudio Poggi, que insiste en denunciar una caída histórica de recursos. Los números libertarios muestran otra cosa, hubo más fondos, incluso por encima de la inflación.
Una inspección originada por ATE expuso fallas estructurales, falta de mantenimiento y condiciones insalubres en el corralón y el edificio municipal de La Punta. El informe apunta directamente al intendente Luciano Ayala y a su gabinete.
Decretos firmados el 17 de septiembre readecuaron los sueldos de funcionarios de la Secretaría de Hacienda que conduce Néstor Ordoñez. Mientras los estatales continúan muy por debajo de la canasta básica alimentaria.
En los hospitales públicos ya no hay margen para el maquillaje poggista, faltan insumos, los salarios se hunden y el Gobierno intenta vender un 5% como un logro. La brecha entre el relato oficial y la realidad del sistema sanitario expone una crisis que se agrava
El gobernador insiste en que “la educación lo es todo”, pero cuando tuvo que votar por nuevas universidades nacionales, desapareció del recinto. Hoy recibe honores académicos mientras su historial legislativo dice exactamente lo contrario.
El Gobierno provincial volvió a chocar con los sindicatos al ofrecer un incremento salarial muy por debajo de lo reclamado. La propuesta llega en un clima de tensión, protestas en marcha y un creciente desgaste de los sueldos estatales.
Darío Oviedo Helfenberger, exfuncionario del gobierno de Poggi, pidió una pericia judicial de su celular y acusó directamente a Víctor Endeiza y Ricardo Bazla de darle las órdenes para el operativo que terminó con la desaparición de una cosecha millonaria.
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Pascual Celdrán afirma que el gobierno de Claudio Poggi utilizó denuncias falsas para desviar la investigación e intentar involucrar a funcionarios de la gestión anterior. Señala presiones sobre la Justicia y responsabiliza a funcionarios actuales por el desvío del maíz.
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