Mientras los trabajadores municipales reclaman aumentos y mejores condiciones, los gremialistas del oficialismo —Magallanes, Sosa y Suárez— justifican la falta de incrementos y aceptan la promesa del intendente de recién “evaluar” los salarios en noviembre.
ActualidadHace 4 horas
Redacción
El secretario general de Obras Sanitarias, Edgar Magallanes, salió a defender al intendente Gastón Hissa tras la última reunión que mantuvieron con el jefe comunal junto a Alejandro Sosa (Sindicato de Municipales) y Claudio “Chapa” Suárez (UPCN). Según ellos, la falta de aumentos salariales se explica por la supuesta baja coparticipación. Una versión que la oposición ha desmentido en reiteradas oportunidades, con información oficial.
“Tuvimos una reunión que nos convocó el intendente para darnos un panorama de la situación económica que se está viviendo en el municipio ya que le bajaron la coparticipación de más de 1200 millones de pesos”, aseguró Magallanes, actuando más como vocero que como representante gremial.
Los datos oficiales, publicados por el concejal Andrés Russo, muestran otra realidad, la coparticipación en marzo de 2024 fue de $2.024 millones y en marzo de 2025 ascendió a $3.432 millones. Con una inflación interanual del 47,8%, esto representa un crecimiento real del 14%.
A pesar de estos números, los gremialistas oficiales sostienen que los sueldos “no son bajos” y, siguiendo el discurso del intendente, responsabilizan a los trabajadores por no administrar bien su dinero. “No es como dicen algunos por ahí que son los sueldos bajos. Lo que pasa es que a veces la gente, por la voracidad de la vida cotidiana, tiene que gastar y a veces va a los gremios a pedir carne, mercadería, préstamos y bueno, uno tiene que estar ayudándolos”, afirmó Magallanes.
Como si fuera poco, el intendente les deslizó que recién en octubre o noviembre podrían “volver a sentarse” a analizar la situación, dependiendo de cómo evolucione la economía nacional. Una promesa vaga que posterga cualquier respuesta a un reclamo urgente.
La realidad que enfrentan los municipales es otra, su salario está por debajo de la línea de pobreza y las condiciones laborales son deplorables, según denuncias presentadas ante Relaciones Laborales desde ATE. El “diálogo” que publicita la Municipalidad aparece como una estrategia política para contener los reclamos y frenar las medidas de fuerza que se avecinan.
Mientras tanto, Hissa mantiene miles de millones en fondos financieros, sin destinar recursos a mejorar los salarios. Entre enero y marzo de 2025, la Municipalidad colocó más de $8.400 millones en un solo banco, generando casi $500 millones en intereses en solo tres meses. Un lujo financiero que contrasta con los argumentos de austeridad que usan los gremialistas aliados.
Por un lado los municipales sobreviven con sueldos insuficientes, mientras las empresas vinculadas al entorno político del intendente acumulan recursos cada vez mayores gracias a licitaciones opacas. En este escenario, la defensa de que “los sueldos no son bajos” no hace más que evidenciar la desconexión de Magallanes, Sosa y Suárez con la realidad de los trabajadores que dicen representar.
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