
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
Funcionarios del programa responsabilizaron al intendente Jorge Gastón Hissa por la falta de controles en las escuelas.
Actualidad02 de mayo de 2025La causa judicial por las intoxicaciones provocadas por el Programa de Alimentación Nutricional Escolar (PANE) sigue avanzando y suma declaraciones clave que comprometen seriamente a la gestión del intendente Jorge Gastón Hissa. Padres y docentes de las escuelas La Rioja y Pancha Hernández prestaron testimonio ante la Justicia, denunciando la mala calidad de los alimentos entregados a los estudiantes, que derivó en múltiples casos de intoxicación.
Sin embargo, el dato más relevante hasta el momento proviene de una funcionaria del propio programa. La subdirectora del PANE, María Eugenia Buteler, declaró que la responsabilidad del control sanitario de los alimentos recaía en el área de Bromatología de la Municipalidad de San Luis, es decir, en la gestión de Hissa. "No había un protocolo específico. El control de las cocinas y los proveedores de las escuelas correspondía a Bromatología, pero nunca se hicieron correctamente", señaló ante la Justicia.
Estas afirmaciones contradicen directamente lo expresado por el intendente, quien en su momento minimizó la responsabilidad del Municipio, limitándola a los proveedores que se presentaban en las oficinas municipales. Un argumento endeble que dejó fuera de todo control a aquellos proveedores que nunca se registraron formalmente en el ámbito municipal, abriendo interrogantes sobre el funcionamiento interno de la gestión y la falta de mecanismos básicos de supervisión.
A esta altura, el silencio oficial también empieza a convertirse en un elemento central de la causa. Hasta el momento, sólo dos organismos del Estado no han respondido ni presentado declaraciones ante la Justicia, la Municipalidad de San Luis y el Concejo Deliberante. En este último caso, resulta especialmente llamativa la omisión, ya que concejales de la oposición habían elevado hace más de un año un pedido de informes advirtiendo sobre la calidad deficiente de los alimentos que se estaban distribuyendo en las escuelas. Dicho pedido fue ignorado y cajoneado por el bloque oficialista.
La causa judicial continúa su curso, impulsada por múltiples denuncias presentadas por padres, docentes, legisladores y organizaciones sociales. Lo que está en juego no es simplemente la administración de un programa alimentario, sino la responsabilidad política y legal de un gobierno que no actuó frente a denuncias que involucraban la salud de niños y niñas. Las pruebas se acumulan y las explicaciones oficiales siguen ausentes.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
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El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.