
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
ActualidadHoyEn cuestión de horas y a pedido del apoderado nacional Santiago Viola, la jueza María Servini de Cubría firmó la intervención del partido La Libertad Avanza en San Luis. La medida dejó fuera de juego a Carlos González D’Alessandro y a su hijo Matías, hasta ahora presidente del distrito, quienes habían presentado una lista propia para competir en las elecciones legislativas.
El argumento oficial fue la “inconducta partidaria” del diputado, que ya ocupa una banca en el Congreso y fue electo también como legislador provincial. Sin embargo, el trasfondo político muestra un movimiento quirúrgico, cerrarle la puerta a cualquier rebeldía libertaria que pueda incomodar la estrategia de alianzas con el gobernador Claudio Poggi y el operador nacional Lule Menem.
Viola no es un nombre menor dentro del esquema libertario. Abogado de confianza de Karina Milei y operador judicial del oficialismo nacional, concentra las decisiones legales más sensibles del armado libertario en las provincias. Además, fue quien firmó el acta constitutiva del partido en San Luis, un detalle que ahora cobra relevancia, esa jugada le permitió tener la llave formal para ejecutar maniobras como la que finalmente se concretó este fin de semana en contra de los propios dirigentes libertarios puntanos. Su rol excede lo técnico, es una pieza política que articula los intereses de la Casa Rosada con las estructuras territoriales, y en este caso fue el encargado de bajar la línea que terminó desplazando a los D’Alessandro.
El golpe a D’Alessandro
La intervención implica la nulidad inmediata de la lista presentada por D’Alessandro, donde él mismo encabezaba como candidato a diputado. El dirigente, que venía consolidando un armado propio en la provincia, calificó la resolución como un “atropello” político y judicial.
En un comunicado encendido, denunció que San Luis no puede ser “rehén de pactos espurios con Poggi ni con la vieja política”, reivindicó la autonomía partidaria y acusó a Menem de querer tutelar el movimiento libertario provincial.
Libertarios contra libertarios
El texto difundido por el legislador buscó capitalizar la victimización. “La libertad no se interviene, se defiende”, señaló, con un discurso alineado al ideario de Javier Milei pero en abierta confrontación con el esquema de conducción nacional que hoy responde a otras prioridades.
La contradicción es evidente, mientras Milei promete barrer con la casta, en San Luis los libertarios terminan absorbidos por las lógicas del oficialismo local. El enfrentamiento de D’Alessandro con Poggi y con Lule Menem expone que la autonomía provincial de La Libertad Avanza era, en los hechos, un margen de maniobra tolerado hasta que resultó incómodo.
Más allá de los papeles judiciales, la intervención deja un mensaje claro: en San Luis la marca Milei no será administrada por actores díscolos. La verticalidad nacional y los acuerdos con el poder provincial pesaron más que cualquier congreso partidario.
La batalla discursiva de D’Alessandro, apelando a la libertad y la lucha contra el “feudalismo” puntano, contrasta con la práctica política de su propio espacio. En el tablero puntano, la Libertad Avanza terminó convertida en un engranaje más de las tensiones entre la Casa Rosada, Poggi y los operadores libertarios.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
La salida de Ignacio Morris de Turismo expone un nuevo capítulo de tensión entre el radicalismo y Claudio Poggi. El gobernador vuelve a cargar culpas sobre sus aliados mientras protege a su círculo más cercano.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.