
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
ActualidadAyerLa novela electoral del adolfismo terminó en un desenlace previsible, hace días anunciaron que competirían, pero se bajaron sin siquiera presentar candidatos. El retroceso no fue silencioso, porque eligieron montar un show interno con la expulsión de Andrés Vallone, que decidió sumarse al frente Provincias Unidas.
El ex diputado nacional y ex intendente de Juana Koslay respondió con dureza, acusando a Todos Unidos de actuar como “el perro hortelano: no comen ni dejan comer”, y los desafió a salir del letargo y discutir ideas en lugar de sostener “politiquería barata”.
Un partido arrodillado
La decisión de borrar la lista propia deja en claro que Todos Unidos eligió la obediencia al poggismo por encima de cualquier intento de autonomía. El espacio que supo ser la fuerza de Adolfo Rodríguez Saá ahora se limita a ser un actor secundario, disciplinado a las necesidades del gobernador Claudio Poggi.
La candidatura de Vallone, acompañado por figuras como María Stella, de la Liga de Amas de Casa, y Joaquín Mansilla, ex legislador echado por el poggismo, queda como símbolo de lo que el adolfismo prefirió abandonar, la posibilidad de disputar poder real.
Más que una sanción a Vallone, la expulsión funciona como una coartada para tapar la renuncia anticipada de Todos Unidos a competir. El partido se bajó de las elecciones, se alineó al oficialismo y confirmó lo que muchos intuían, su tiempo de autonomía política ya terminó.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
La salida de Ignacio Morris de Turismo expone un nuevo capítulo de tensión entre el radicalismo y Claudio Poggi. El gobernador vuelve a cargar culpas sobre sus aliados mientras protege a su círculo más cercano.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.