
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
La gestión de Gastón Hissa en la intendencia de la capital puntana es un reflejo de la inconsistencia y la falta de planificación. La crisis por el cobro de tasas a través de EDESAL es solo el último episodio de un gobierno que un día promueve una cosa y al otro la cambia, sumido en un profundo amateurismo político.
Desde julio, Hissa tuvo tiempo para implementar un sistema propio, pero no lo logró. Mientras tanto, los vecinos siguen sin saber dónde pagar sus impuestos municipales, y algunos, al no hacerlo, enfrentan problemas para renovar sus licencias debido al insólito requisito de presentar un libre deuda, impuesto por el propio intendente.
Lo irónico es que tanto Hissa, como el gobernador Claudio Poggi y el actual ministro de Educación, Guillermo Araujo, cuando eran oposición, criticaron duramente el acuerdo entre EDESAL y la gestión anterior. En ese momento, montaron un verdadero show mediático, cuestionando la moralidad del convenio, pintándolo como un acto corrupto. Ahora, diez meses después de asumir el poder, no solo han mantenido el mismo acuerdo que criticaron, sino que tampoco han presentado ninguna idea nueva para mejorar la situación. La hipocresía política es evidente: critican lo que luego replican sin cambios.
El descontento aumentó cuando la gestión aplicó un tarifazo del 300% en las tasas municipales, generando facturas en las que los impuestos superaban el costo de la electricidad. Esta situación llevó a EDESAL a poner un tope, desnudando aún más la falta de capacidad de Hissa para gestionar eficientemente los servicios municipales.
La cadena de errores y la falta de creatividad propia no solo están afectando a los vecinos, sino que ya generan molestias en el entorno del gobernador Poggi. Varios ministros han advertido que la gestión de Hissa en la capital está dañando gravemente el proyecto político provincial.
Las contradicciones son la piedra fundamental de una gestión que no para de autoflagelarse y con un intendente que no puede "embocar" una política de gestión eficiente.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.