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El proyecto podría tratarse en la próxima reunión del consejo superior. Especulaciones electorales y malestar en algunas facultades.
ActualidadEl rector de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Víctor Moriñigo, mueve sus piezas en el ajedrez político y académico local con una jugada que promete polémica: adelantar las elecciones universitarias, previstas para junio, al menos un mes antes. Esta maniobra, que se tratará en la próxima reunión del Consejo Superior, es vista por muchos como parte de su estrategia para asegurarse un lugar en la arena política nacional, ahora que no puede renovar como rector.
Raúl Gil, actual secretario general y delfín de Moriñigo, es la carta oficialista para la sucesión, pero su figura no termina de consolidarse entre la comunidad universitaria. Gil no logra el apoyo necesario para ser considerado una continuidad segura y su candidatura apenas prende entre los distintos claustros. Mientras tanto, la oposición a la conducción actual es débil, pero no así la disconformidad con los manejos de la administración de Moriñigo, especialmente su ambigüedad política.
El rector ha sido opositor al gobierno nacional mientras se alinea con el oficialismo provincial, algo que ya genera tensiones internas y desconfianza en varios sectores de la UNSL. Esta dualidad política parece estar reflejada en su reciente decisión de adelantar los comicios universitarios, una jugada que busca consolidar su poder y, a la vez, liberarlo para lanzarse de lleno a las próximas elecciones legislativas nacionales.
Aunque cuenta con los votos necesarios para aprobar el adelantamiento electoral en el Consejo Superior, no todo es consenso. Varias facultades plantean dudas sobre las intenciones detrás de esta movida. Uno de los puntos críticos es la conformación de los padrones electorales y las maniobras de agrupaciones estudiantiles como Franja Morada, extremadamente ligadas al rector y con hechos violentos durante las tomas, han desatado una interna que se discute más en los pasillos que en público.
El adelantamiento electoral es una señal clara: Moriñigo no quiere quedarse fuera del tablero político. La especulación sobre su participación en las próximas elecciones legislativas es vox populi en los círculos universitarios y políticos de San Luis. Para algunos analistas, esta estrategia es un intento clásico de "tener las patas en dos canastas".
El rector podría terminar siendo un rehén de su propia jugada, enfrentando el riesgo de quedar atrapado en el armado político del libertarismo de Javier Milei, al que el poggismo se ha querido alinear recientemente.
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Por El Profesor Aedes
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