El plan de seguridad de Poggi: pintar nodos y ponerles una sirena

Mientras la inseguridad crece a diario, el gobierno recicla recetas que no funcionaron.

Actualidad09 de octubre de 2024RedacciónRedacción
WhatsApp-Image-2024-10-08-at-19.18.20-1-scaled

El regreso del "Plan Alarma Puntana" en San Luis, liderado por el gobernador Claudio Poggi y el intendente Gastón Hissa, ha generado críticas y descontento entre los vecinos que viven bajo una constante amenaza de inseguridad. Lejos de ser la respuesta esperada, la estrategia de repintar nodos de vigilancia y añadirles una sirena parece más una puesta en escena que una verdadera solución. Esta misma medida, que fracasó rotundamente en la primera gestión de Poggi, vuelve a resurgir sin cambios significativos, perpetuando un ciclo de iniciativas superficiales que no abordan las causas profundas de la criminalidad.

La realidad es que la inseguridad en San Luis no se resuelve con intervenciones cosméticas. Durante la primera gestión de Poggi, los índices de criminalidad se dispararon, triplicándose en algunos casos. Hoy, en un contexto de pobreza creciente, esa tendencia parece no solo mantenerse, sino que amenaza con empeorar. Las estadísticas de robos y otros delitos aumentan a medida que la administración local parece estar paralizada, y el gobierno provincial se refugia en acciones de fachada.

WhatsApp-Image-2024-10-08-at-19.18.34-scaled

Uno de los principales factores que agravan la crisis es el debilitamiento de las fuerzas de seguridad. Los agentes, cada vez más exigidos, operan en condiciones precarias, lo que afecta directamente su capacidad de respuesta. La "renovación" de los nodos, trae aparejada una incomodidad y el deterioro de la herramientas laborales, ya que les han retirado los aires acondicionados que tenían, lo que provocará un malestar en quienes presten sus funciones en dichos espacios. 

La ministra de Seguridad, Nancy Sosa, que anteriormente criticaba y prometía desde la oposición, ahora enfrenta una realidad que parece superarla. Su gestión, caracterizada por la improvisación, es reflejo de la incapacidad institucional para hacer frente al problema.

El acto de reinauguración de los nodos de vigilancia pintados de blanco no solo fue percibido como un gesto vacío, sino como una burla. Vecinos como Andrés y Rogelio no tardaron en expresar su indignación. Según ellos, lo que falta no es más pintura ni aplicaciones tecnológicas que la mayoría no sabe usar, sino una presencia policial efectiva y políticas de seguridad con impacto real. La desconexión entre los funcionarios y la comunidad es palpable: mientras Poggi y Hissa se enfocan en gestos simbólicos, los ciudadanos continúan viviendo en la incertidumbre y el temor.

El enfoque actual del gobierno, centrado en actos públicos y fotos, revela una preocupación mayor por mantener una narrativa de acción que por implementar cambios estructurales. Sin embargo, la inseguridad en San Luis sigue creciendo, y los vecinos ya no se conforman con promesas ni con espectáculos mediáticos. La solución no se encuentra en el "maquillaje" de medidas obsoletas, sino en el desarrollo de políticas integrales que enfrenten la crisis de manera frontal.

Te puede interesar
Diseño sin título (6)

El manual de la desobediencia: la marca de Arancibia Rodríguez en el caos de DOSEP

Redacción
Actualidad06 de enero de 2025

La misma fórmula que Arancibia Rodríguez aplicó como presidenta del Concejo Deliberante –ignorar fallos judiciales hasta que la presión pública la obligara a cumplir– ahora parece ser la política oficial de DOSEP. Entonces fueron trabajadores despedidos ilegalmente los que sufrieron su capricho autoritario; hoy es una mujer con cáncer quien enfrenta las consecuencias de una estrategia de desobediencia sistemática que pone en riesgo vidas.

Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email