
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
Se trata de un problema sin solución. El fracaso del Plan Ambiental y la falta de gestión en cada barrio.
Actualidad29 de julio de 2024Salir a caminar por la ciudad de San Luis puede ocasionar muecas de disgusto. Es frecuente ver calles repletas de residuos, contenedores colapsados y trabajadores municipales trabajando como pueden, sin herramientas y el equipamiento necesario.
Desde la llegada de Gastón Hissa al sillón de Belgrano y San Martín, el sistema de recolección es un completo caos, en un cóctel peligroso entre la impericia y la falta de planificación.
La basura parece no darle tregua a una gestión que ya demostró en estos primeros 8 meses, que no está preparada para gestionar. Todos los cañones apuntan al intendente, reconocido por su tozudez y falta de escucha, y la de su hermano Agustína quién le ha quedado muy grande el traje de coordinador de Servicios Públicos, un poco por su limitada experiencia y otro poco por la altanería familiar que lo caracteriza y que todos los trabajadores del área señalan.
En una simple recorrida por los distintos barrios, se puede vislumbrar una escena que se repite en cada zona. Microbasurales a cielo abierto en espacios verdes. El plan ambiental que se pretendía instalar, solo generó más acumulación de basura. Muchos vecinos aseguran que los contenedores que, según el relato oficial, se retirarían a las 48 horas, permanecen semanas en un mismo lugar. Y en algunos casos todavía ni llegaron a los distintos rincones capitalinos.
No solo son los barrios los que están en estado de abandono. La gestión actual, empeoró el sistema de contenedores en el centro, que funcionó en las dos administraciones anteriores a la de Hissa.
Pero la situación crítica que viven los vecinos de la capital también tiene connotaciones políticas. Desde el primer día Hissa se peleó con todas las empresas que prestaban el servicio tercerizado de limpieza. Rumores indicaron que con una en particular existían resquemores personales y con las otras simplemente decidió reemplazarlas.
El problema de esa acción fue que “el cambio” concretó un notorio retroceso en la realidad diaria de los barrios. Las licitaciones millonarias otorgadas a empresas constructoras (afines al poggismo) sin experiencia y equipamiento para realizar este tipo de tareas de limpieza y mantenimiento, pusieron otra pesada carga a una gestión de los residuos que no arrancó nunca.
El papelón de la recolección manual y los focos infecciosos en los distintos barrios han exacerbado los reclamos vecinales. El olor nauseabundo, el peligro para las mascotas y los niños son las críticas que más se multiplican en las redes sociales.
El último punto clave de esta cadena, son los trabajadores. La semana pasada denunciaron hacinamiento y trabajo insalubre, algo que desde el Municipio no se aclaró. Sueldos atrasados respecto a la inflación y falta de materiales y equipos son los pedidos que más llegan a los gremios.
Mientras tanto el intendente parece no ver la realidad y continúa posando para la fotos, anunciando obras ya realizadas, con la iluminación en su peor momento, reclamos salariales, tarifazos, calles en mal estado y una Municipalidad al borde del colapso constante.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.