En lugar de explicar el destino de los granos valuados en más de 2 millones de dólares, el Gobierno provincial apuntó contra un exfuncionario de su propia estructura
ActualidadAyer
Redacción
El Gobierno de Claudio Poggi finalmente habló del escándalo por la desaparición del maíz del campo El Caburé SA. Lo hizo a través del fiscal de Estado adjutor, Rafael Berruezo, quien ofreció una conferencia de prensa sin respuestas concretas. En lugar de informar dónde está el maíz, la administración eligió señalar a un exfuncionario propio, Darío Oviedo Helfenberger.
Abogado y escribano de Villa Mercedes, fue director de Legalidad y Ética Pública y dependía directamente del secretario de Ética, Ricardo André Bazla. Estuvo a cargo de la intervención del campo, bajo supervisión directa de su superior. Sin embargo, ahora es el único señalado por supuestos “excesos en sus funciones”, según explicó Berruezo.
La maniobra tiene un claro sentido político. El Gobierno prefirió sacrificar a un funcionario propio antes que asumir responsabilidades o explicar el destino del maíz, valuado en más de 2 millones de dólares. No se precisó cómo un subordinado pudo disponer del grano sin control, ni por qué Bazla quedó fuera del alcance de la denuncia.
Oviedo se presentó espontáneamente ante la Justicia y entregó documentación para respaldar su actuación. Es el único que dio la cara desde que estalló el caso. Mientras tanto, el Gobierno solo emitió comunicados y deslindó culpas.
La conferencia no despejó dudas. Por el contrario, confirmó que el escándalo nació dentro de la estructura poggista y que las decisiones fueron tomadas desde los niveles más altos de la administración.
El caso El Caburé ya no se trata solo del maíz desaparecido, sino de un esquema de posible corrupción que involucraría a más de un peso pesado de la gestión de Claudio Poggi.
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