Malestar en la UNSL por el viaje de los “dos rectores” al Consejo de Rectores de la AUGM

Mientras la Universidad Nacional de San Luis enfrenta una crisis presupuestaria que golpea áreas sensibles como la salud de sus trabajadores y estudiantes, el actual rector Víctor Morinigo y su sucesor, Raúl Gil, decidieron compartir butaca y viáticos en un viaje a Uruguay para participar de la 87° sesión del Consejo de Rectores de la AUGM. La postal de la “doble representación” –pagada íntegramente por la UNSL (casi dos millones solo en pasajes)– no tardó en hacer ruido dentro de una institución donde la palabra austeridad suena cada vez más a eslogan vacío.

Morinigo, que ya empieza a jugar su nuevo rol como futuro diputado provincial, usó sus redes para justificar el periplo, dijo que fue a “presentar a Gil” ante las autoridades del bloque universitario. Un gesto diplomático que, sin embargo, muchos dentro de la UNSL interpretaron como innecesario, inoportuno y hasta provocador. “¿Presentar a Gil? ¿Qué es esto, el debutante del año?”, ironizó un docente molesto con la situación.

El viaje dejó un sabor amargo en varias facultades, donde los recortes presupuestarios ya no son un rumor sino una realidad tangible: falta de insumos, reducción de actividades, y un sistema de salud universitario (DOSPU) al borde del colapso. Mientras tanto, los dos rectores disfrutaron su excursión institucional con fondos públicos. La incomodidad fue tal que hasta algunos decanos, habitualmente silenciosos, expresaron su desacuerdo por lo bajo.

En definitiva, el problema no fue el viaje. Fue el mensaje. Y el mensaje fue claro: para algunos, los cinturones se ajustan; para otros, se abrochan del lado del pasaporte.