
Desde hace un año el gobierno difunde estar supuestamente ubicado entre las mejores gestiones del país, en un ranking que pondera a quien paga más pauta.
Se trata del pasquín oficial “Todo un país”, financiado con pauta millonaria del Estado provincial que nadie lee, pero que todos pagamos.
ActualidadEl miércolesEl intendente Jorge Gastón Hissa dio una nueva muestra de cómo entiende el poder, no como una herramienta de gestión, sino como una estructura al servicio de sus intereses y del aparato político que lo sostiene. Esta semana, se lo vio utilizando recursos humanos y logísticos de la Municipalidad de San Luis para repartir casa por casa el diario “Todo un país”, una publicación financiada por el gobierno de Claudio Poggi y dirigida a atacar a los concejales opositores.
Lejos de tratarse de un medio independiente o de interés público, “Todo un país” es una maquinaria de propaganda que responde directamente a los objetivos del poggismo. Su contenido es panfletario, su credibilidad nula, y su financiamiento millonario. Aunque en su tapa figura un valor de $600 por ejemplar, la publicación se reparte gratuitamente gracias a una pauta oficial que escapa a cualquier criterio de austeridad o transparencia. Pero en esta ocasión, se cruzó una línea institucional, la estructura estatal fue puesta al servicio de la difusión de un ataque político.
Empleados municipales fueron obligados a repartir el diario en barrios de la zona oeste, cargando bolsas con ejemplares destinados a desprestigiar a los concejales del peronismo, a quienes se acusa falsamente de frenar un programa de escrituración de viviendas. Lo paradójico es que dicho plan fue impulsado originalmente por el justicialismo durante el último gobierno de Alberto Rodríguez Saá. Así lo recordó el concejal Andrés Russo, quien acusó al oficialismo local de mentir deliberadamente y desviar la atención sobre su propia inacción: “Son ustedes los que no quieren trabajar, muchachos”, sentenció.
La operación política no es improvisada. El director del pasquín, Daniel Poder, es un ex periodista del peronismo devenido en operador oficialista tras su pase a las filas de Poggi. Hoy, su rol central no es informar, sino construir relatos para encubrir la incapacidad del gobierno municipal y provincial. Quien alguna vez se jactó de defender la comunicación pública, ahora se encuentra al frente de un instrumento de difamación sostenido con dinero del Estado.
Lo que está en juego no es un simple conflicto entre bloques. Es la utilización descarada de los recursos municipales para intervenir en la disputa política con herramientas que no deberían estar disponibles para ningún dirigente. Hissa no solo gestiona mal, también manipula la estructura estatal para alimentar una narrativa falsa, encubrir su fracaso como intendente y perseguir a quienes no se alinean con su gestión.
La pregunta de fondo es quién controla estos abusos o quién autoriza que empleados públicos se transformen en repartidores de propaganda política. Tampoco nadie se pregunta en la Justicia como es que el gobierno gasta millones en un medio que no tiene audiencia.
“Todo un país” no informa, funciona como brazo comunicacional de un proyecto político que utiliza el dinero de todos para sostenerse. Su existencia, distribución y contenido no hacen más que confirmar que en San Luis, el oficialismo no distingue entre el Estado y el partido.
Esto no es periodismo. Es un dispositivo de poder que opera con fondos públicos y una impunidad preocupante. Mientras tanto, la ciudad está sucia, los servicios colapsan y la gestión se diluye entre papel impreso y titulares vacíos.
Desde hace un año el gobierno difunde estar supuestamente ubicado entre las mejores gestiones del país, en un ranking que pondera a quien paga más pauta.
Los ediles del oficialismo estuvieron todo mayo sin trabajar y esta semana no fue la excepción. La oposición elevó un acta con duras críticas hacia el intendente y sus representantes en el Legislativo municipal.
El candidato a diputado por el oficialismo e intendente de Juana Koslay mantiene una gran calidad de vida solo declarando su sueldo en el Estado. Vehículos y una propiedad de más de $500 mil dólares.
Un entramado que incluye alquileres, irregularidades y manejo ilegal de fondos públicos.
Desesperados a días de las elecciones, el oficialismo apeló a sus medios pagados con fondos públicos para denostar a Tincho Bastías. La maquinaria de mentir, cuando los números no dan.
Testigos contaron que el operario se trasladaba sin ningún tipo de protección. En las redes sociales decenas de personas han denunciado a distintas empresas que prestan servicios en la Municipalidad por no estar en condiciones. Aseguran que todas son del mismo dueño y es muy cercano a la familia del intendente.
El intendente de Juana Koslay y candidato estrella a diputado por el poggismo, erige una ostentosa vivienda en el exclusivo barrio La Pancha III. Además, muchos dirigentes remarcan las similitudes para nada disimulables, entre la lujosa vivienda y el nuevo centro de monitoreo.
La denuncia de un vecino dejó en evidencia que el nuevo espacio no trabaja como debería y su puesta en marcha fue más show que una política de seguridad. Una nueva situación donde la realidad se lleva puesta al relato oficialista.
Desesperados a días de las elecciones, el oficialismo apeló a sus medios pagados con fondos públicos para denostar a Tincho Bastías. La maquinaria de mentir, cuando los números no dan.
Un entramado que incluye alquileres, irregularidades y manejo ilegal de fondos públicos.
El candidato a diputado por el oficialismo e intendente de Juana Koslay mantiene una gran calidad de vida solo declarando su sueldo en el Estado. Vehículos y una propiedad de más de $500 mil dólares.
Los ediles del oficialismo estuvieron todo mayo sin trabajar y esta semana no fue la excepción. La oposición elevó un acta con duras críticas hacia el intendente y sus representantes en el Legislativo municipal.
Desde hace un año el gobierno difunde estar supuestamente ubicado entre las mejores gestiones del país, en un ranking que pondera a quien paga más pauta.