
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En una entrevista más que endulzada, el gobernador habló de las elecciones que se vienen y comentó que cuenta con los intendentes de Juana Koslay y Villa Mercedes en su espacio. Ambos pretendían armar sus propios espacios y quedaron expuestos.
Actualidad11 de febrero de 2025Los favores se agradecen, las deudas se pagan, dicta el refrán popular. En política esta máxima se utiliza para corresponder las “ayudas” entre distintos espacios. Ayer en una entrevista más que endulzada, el gobernador Claudio Poggi dejó en evidencia a dos intendentes.
Ayer, Claudio Poggi, gobernador de San Luis, protagonizó un acto de endogamia política, en plena entrevista, convirtió el micrófono en una picana para electrocutar las ambiciones de dos intendentes que creyeron poder bailar solos. Maximiliano Frontera (Villa Mercedes) y Jorge “Toti” Videla (Juana Koslay), figuras con pretensiones de autonomía, quedaron al desnudo. Poggi no pidió, recordó. Y el mensaje fue claro, “acá” no hay socios, solo acreedores.
Frontera y Videla no son novatos en el arte del doble discurso. Ambos se movían entre sombras: el primero, armando su partido como escudo para las legislativas; el segundo, buscando colocar a su pariente Pedro Tagliente como sucesor en Juana Koslay. Pero Poggi, dueño de la chequera oficialista, les cortó el libreto. ¿Ir por fuera? Imposible. El gobernador no regala apoyos, los invierte. Y a la hora de cobrar, no acepta monedas de curso político distinto.
Frontera, acosado por denuncias financieras y una gestión en caída, ahora debe entregar su armado al oficialismo, rogando que no habiliten una lista que le compita una interna. Videla, imposibilitado de reelegirse, recibió el “premio consuelo” de una banca legislativa, mientras su feudo familiar queda bajo supervisión poggista.
Operadores de prensa intentan venderlos como supuestos dirigentes del peronismo. Pero el relato se desmorona ni Frontera ni Videla tienen peso real en el PJ. El gobierno lo sabe y los usa como carnada para pescar en aguas ajenas.
El mercedino y el koslense son hijos de una “arrodillada institucional” previa al ascenso de Poggi. No hubo herejía ideológica, solo pragmatismo, abrazaron al que controla el botón de los recursos. Y hoy, ante la presión en vivo, no tuvieron margen para el rubor. Lealtad comprada o rehenes de la jugada del oficialismo, esa es la cuestión.
Por ahora, Poggi evita internas comprando silencios y jugando a ser el titiritero al que se le ven todos los hilos.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.