Redacción
El actual gobierno de San Luis ha demostrado ser destacado en el arte del relato. En su esfuerzo por presentarse como un innovador en la gestión pública, Poggi está intentando vender como nuevo lo que ha sido una realidad para los puntanos desde hace 40 años: la construcción de viviendas.
La política habitacional en San Luis es una tradición consolidada, que ha sido uno de los pilares de las gestiones de Adolfo y Alberto Rodríguez Saá. Desde el regreso de la democracia en 1983, los gobiernos peronistas en la provincia comprendieron, en su momento, que la vivienda no es solo un derecho, sino una necesidad básica que debe ser garantizada para todos los ciudadanos. Miles de familias han visto materializado su sueño de la casa propia gracias a estas políticas, que se han mantenido constantes, independientemente de las coyunturas políticas.
Sin embargo, Poggi, en su intento de reescribir la historia reciente, quiere hacer creer que estas políticas habitacionales son un logro de su gestión. La idea es apropiarse de un legado que no le pertenece, y que, más que innovador, es una simple continuación de lo que ya se venía haciendo. El relato oficial pretende ocultar que Poggi, lejos de ser un pionero, no ha hecho más que imitar lo que se venía implementando con éxito hasta el 10 de diciembre pasado, cuando asumió el cargo.
Este supuesto borrón y cuenta nueva, de negar las raíces de las políticas habitacionales de San Luis, no solo es deshonesto, sino que subestima la inteligencia y la memoria de los puntanos. Las viviendas que hoy se inauguran son, en su esencia, parte de un proyecto que lleva décadas.
Lo irónico es que Poggi, aunque intente desmarcarse de sus mentores políticos, sigue aplicando las lecciones aprendidas durante sus años en el peronismo. Pero la realidad es terca, y los puntanos no necesitan que nadie les cuente cómo se ha construido San Luis. Ellos lo han vivido, han sido protagonistas de esa historia, y saben que la gestión de Poggi, por más que él intente adornarla, no ha inventado nada.
La política de vivienda en San Luis no es un producto de la imaginación de un nuevo gobierno, sino el resultado de décadas de trabajo constante y comprometido. El esfuerzo de Poggi por ocultar esta verdad con un manto de novedades ficticias es solo eso: un esfuerzo. Pero la verdad es ineludible, y, tarde o temprano, el relato oficial se desvanece, dejando al descubierto la realidad: que San Luis, en materia de vivienda, siempre estuvo un paso adelante, y no gracias a Poggi, sino a pesar de él.
Inmobiliarias, mercados y gimnasios, entre otros negocios, ya advirtieron que no se podrá pagar más con aplicaciones como Mercado Pago, Uala, Naranja X, etc.
Otra vez, la presidenta del Concejo Deliberante hizo gala de su autoritarismo contra los trabajadores del Legislativo y su completo desconocimiento de las leyes laborales.
En vez de mejorar la calidad de los alimentos y reforzar los controles, la idea es ir descontinuando el plan que se quedará sin su responsable en las próximas semanas.
Se trata de uno de los delfines políticos más cercanos del gobernador que actualmente ejerce como fiscal de Estado. Cuando era secretario en la Cámara Civil de la Tercera Circunscripción, firmó su renuncia anticipada para poder ascender a Defensor de Cámara.
Acusan a la funcionaria de autorizar pagos ilegales, violar la Ley de Carrera Sanitaria y promover contrataciones irregulares en el sistema de salud pública.
Aseguran que los salarios están congelados en el tiempo, desactualizados, y absolutamente desfasados respecto al costo de vida y a la responsabilidad que implica sostener la formación de futuros educadores.
Verónica Acosta fue demonizada en redes y medios nacionales por un “error” que no cometió. Mientras tanto, los verdaderos responsables siguen en silencio y el destino de esos fondos públicos, a días de una elección, sigue sin esclarecerse.
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Así lo advirtieron distintas plataformas a usuarios y comerciantes. Mientras en otras provincias la tendencia es a eliminar impuestos, en San Luis se suman nuevos.
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