ROSCA Y TONGO: JUEVES FURIOSO

¿Y VOS QUIÉN SOS, NACHO?

El poggismo está tan desesperado en Potrero de los Funes que parece haber sacado candidato por sorteo. Ignacio o “Nacho”, como le dicen los pocos que lo ubican, lleva años de concejal, pero no de esos que uno recuerda por algo en particular. Está ahí, como el muñequito del tablero de ajedrez que nunca se mueve. El problema es que ahora quieren hacerlo rey, y nadie en el pueblo parece haberse enterado.

En la campaña, la consigna es simple, que lo conozcan. Y ahí anda el propio Claudio Poggi, cual guía turístico, llevándolo de la mano por el circuito para presentarlo. Hasta Masci, en un arrebato de sinceridad, lo retó en vivo por su tibieza. A falta de carisma, intentan suplirlo con la vieja fórmula del aparato, millones en pauta, funcionarios en modo comentarista y fotos en cada esquina, como si la sobreexposición pudiera reemplazar el contenido.

El desconocimiento es tan profundo que hasta los suyos se confunden. Ingrid Blumencweig, diputada del mismo espacio, intentó etiquetarlo en una publicación y terminó mencionando a un dirigente peronista. Un accidente digital que, en el fondo, fue una radiografía política, ni en su propio espacio saben quién es. 

Pero tranquilos, Nacho, al parecer es también portador de esa épica autoproclamada de los dirigentes poggistas de la sobre preparación (en otras palabras se cansó de perder elecciones). Si tal capacidad es similar a la de sus colegas Hissa y Ayala, que Dios se ampare de los vecinos de Potrero. 

MORIÑIGO BECADO: NO IMPORTA CUÁNDO LEAS ESTO

En la UNSL, los cargos se van, pero los privilegios quedan. Víctor Moriñigo dejó de ser rector, pero no dejó de facturar. El hombre parece haber encontrado la fórmula del eterno retorno... presupuestario. Primero se consagró docente exclusivo (en una facultad donde su nombre suena tan ajeno como el de un suplente de voley), después se aumentó la dedicación, remodeló su despacho y hasta le consiguió un cómodo lugar a su esposa en Hacienda. Lo suyo es más que una carrera académica: es un máster en permanencia.

Y cuando uno pensaba que ya estaba todo dicho, aparece la frutilla del postre: una beca de medio millón de pesos para "establecer el estudio y creación de indicadores económicos y sociales de los clubes de futbol del interior, y su impacto
en la economía local del país". Otro ingreso para un diputado, que además cobra como docente. Una verdadera triple corona del presupuesto público. Al paso que va, no sería raro que la UNSL termine creando una cátedra con su nombre: “Gestión avanzada del beneficio propio". 

Mientras tanto, la comunidad universitaria sigue ajustando sus cinturones y apagando las luces antes de tiempo para ahorrar energía. Pero tranquilos: el ex rector dice que todo es en defensa de la universidad pública. Claro, una universidad tan pública que termina financiando la vida privada de sus ex autoridades. Moriñigo no enseña, pero deja lecciones: la rosca también tiene su sistema de becas.

SE AUTOPERCIBE LEGISLADOR

En el San Luis actual, politicamente ya nada sorprende, pero a veces hay perlitas que ni el mejor guionista podría inventar. Rodolfo Negri, marido y secretario de la senadora Ivana Arrascaeta, decidió un día que el cargo era una cuestión de actitud. Y como la actitud se graba mejor que se explica, subió un video bajando de un auto en Casa Rosada, con paso firme y mirada de quien está a punto de reformar la Constitución. No era un funcionario nacional ni un senador, pero el detalle menor de no haber sido votado nunca no parece incomodarlo demasiado. 

Negri no solo acompaña a su esposa, la sigue tanto que ya parece haberle tomado el puesto. Esta situación ya es de comedia en medios nacionales como Infobae. En las oficinas del Congreso lo tratan como “el verdadero dueño de la banca”, un título que, aunque no figura en el reglamento, parece haber conquistado a fuerza de presencia escénica. En las redes, sus apariciones son más frecuentes que las de la propia senadora, y su ambición de protagonismo se nota más que los proyectos que impulsa el bloque libertario.

En los pasillos porteños ya lo bautizaron como “el legislador de facto”, un título que, paradójicamente, él parece disfrutar. Mientras algunos discuten leyes, Negri discute encuadres: si el video debe ser en plano americano o general. El problema no es su vanidad (que en política es moneda corriente), sino el síntoma que revela, en la nueva aristocracia libertaria, los cargos se heredan por convivencia. Y en el Senado, hay quienes legislan y quienes se autoperciben legisladores.

MENOS MÍSTICA QUE UN RELOJ

En la 24° Sesión Ordinaria, los diputados levantaron la mano para crear el Municipio de Suyuque. Todo bien hasta ahí, salvo por el detalle de que el presidente de la Cámara, Alberto Leyes, quiso colar el proyecto como una épica personal. La reaidad es con la conformación de esa nueva comuna, electoralmente el departamento Pueyrredón pierde una mesa histórica y se la da a Belgrano. 

Por eso la desesperación de los Leyes y la intendenta de la Villa, Rosita Calderon por aprobar a ley. Si hilamos fino, la familia Leyes viene más de capa caída que colectivo sin gasoil. En el departamento Belgrano ya no pesan como antes, y lo único que les queda es el rédito de haberse pasado al poggismo, esa suerte de plan canje político donde se entregan banderas a cambio de autos OKM, cargos y fotos oficiales.

La autoproclamada mística de Alberto es tan forzada que ya roza el humor involuntario. Quieren vestirlo de líder con historia, pero lo suyo tiene menos coherencia que una playlist hecha por Spotify en modo aleatorio. Entre salto y salto partidario, lo único constante es su capacidad de reinventarse según sople el viento político. En definitiva, más que una figura con mística, Leyes parece un reloj sin cuerda, marca la hora que le conviene.

HACIENDO NONI

En Justo Daract, la política alcanzó un nuevo nivel de “reposo institucional”. El concejal Enzo Marchisio, poggista de manual y ex candidato a intendente, decidió que la mejor forma de participar en la última sesión era cerrar los ojos y soñar con un municipio mejor, más a su gusto. 

El insólito episodio dejó a todos con la boca abierta, menos al propio Marchisio, que ya la tenía ocupada por el bostezo.

La escena tuvo de todo: murmullos, celulares grabando y un bloque opositor intentando disimular la siesta como si fuera una “reflexión profunda”. 

El problema no es solo que no despiertan ideas ni proyectos relevantes para la localidad, directamente no despiertan. Mientras la ciudad espera soluciones, el Concejo parece haber encontrado su método más eficiente para gestionar el tiempo, dejarlo pasar o mejor “dormirlo”.