
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
El intendente lo mandó a apurar por los medios cercanos a los oficialismo. Ya habían tenido un encontronazo, cuando Laura Sánchez fue elegida presidenta del Concejo Deliberante.
Actualidad12 de junio de 2025La interna oficialista entre el intendente Gastón Hissa y el concejal Mario Silvestri suma un nuevo capítulo, esta vez con aroma a venganza institucional. La excusa es una ordenanza para prohibir a los cuidacoches en la ciudad de San Luis. El trasfondo tiene que ver con una disputa de poder que ya tuvo su prólogo cuando Hissa le birló la presidencia del Concejo Deliberante a Silvestri para entregársela a Laura Sánchez, la concejal conocida por ser una tránsfuga política.
Apretado por su propia necesidad de mostrar "mano dura", Hissa recurrió a los medios amigos para apurar públicamente a Silvestri, presidente de la Comisión de Legislación e Interpretación. “Le pido que lo traten y que lo saquen tal cual lo mandó el Ejecutivo”, lanzó sin anestesia, dejando claro que lo suyo no es el diálogo sino la imposición. El proyecto aún no fue tratado, y el propio Silvestri lo había empezado a trabajar meses antes, según comentó.
“En agosto del año pasado hicimos un documento con más de 70 páginas sobre el tema. Hay cuestiones a tener en cuenta, capaz que con eso logramos unanimidad”, aclaró el edil, en tono diplomático pero con los dientes apretados. Y deslizó una advertencia, si el proyecto no se ajusta, no hay consenso posible. Ni adentro del recinto, ni afuera.
Silvestri sabe que el costo político de aprobar una norma impopular sin matices puede ser alto. “Nos van a pegar tanto la gente como en el recinto”, sentenció, como quien ya se huele la tormenta. En otras palabras, que Hissa se quede con el proyecto si quiere, pero que no cuente con su aval para otra jugada unilateral.
Lo cierto es que la herida no cicatrizó desde diciembre, cuando Hissa dejó sin nada a Silvestri tras prometerle la presidencia del Concejo. El edil había construido acuerdos, pero la lapicera del intendente borró todo con una rosca que puso en evidencia que ni los propios se salvan del capricho y las jugadas sucias.
La semana próxima será crucial, o la ordenanza se acomoda para no romper la interna, o el oficialismo se regala otro round innecesario. Mientras tanto, los trapitos siguen, pero los trapazos vienen de adentro.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.