
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
Por el enojo de varios funcionarios de Terrazas, el candidato a diputado por el oficialismo tuvo que “aclarar” la situación por el catering lujoso en el encuentro del CIN.
Actualidad07 de abril de 2025Sushi, champagne y un salón con vista a la crisis. Así fue el evento que dejó en evidencia las contradicciones del relato oficialista y desató un escándalo puertas adentro de Terrazas del Portezuelo. Mientras la mayoría de las familias puntanas cuenta las monedas para llegar a fin de mes, un encuentro se celebraba a lo grande.
El encuentro del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reunió a más de 70 rectores, terminó salpicando a Victor Moriñigo, rector de la UNSL y ahora flamante candidato a diputado por la lista de Poggi. El mismo que supo levantar la bandera del financiamiento universitario en peligro, decidió dar un paso más en su campaña y organizar un acto político con mozos, copas finas y catering de revista. El resultado, enojo generalizado y un fuego que aún intenta apagar con comunicados apurados.
“El Gobierno de la provincia no tuvo absolutamente nada que ver con el financiamiento de lo que se comió en el evento”, dijo Moriñigo, mientras desde el propio oficialismo le apuntaban con el dedo. La explicación llegó tarde y no convenció a nadie. En los pasillos de Terrazas se habla de facturas que aparentemente fueron a parar —directamente— al Ministerio de Educación.
La escena fue tan incómoda como simbólica, en una provincia donde las universidades sufren recortes, hay docentes precarizados y becas que no alcanzan ni para un alfajor, se servía sushi de salmón con salsa de soja premium. Una postal de privilegio disfrazada de gestión.
“Mientras predica que no hay fondos, pone en marcha un almuerzo de lujo. Es la dualidad típica que lo caracteriza”, disparó un referente sindical del ámbito educativo, que no disimula su indignación. La frase resume lo que muchos piensan en la UNSL, donde la bronca por la precariedad laboral se mezcla con la indignación por un evento que no solo fue innecesario, sino provocador.
Todo esto sucede en paralelo a otro escándalo, las intoxicaciones del Plan Pane, bajo la órbita del Ministerio de Educación. En un lado, chicos internados por comer pan en mal estado. En el otro, bocados de sushi para funcionarios y académicos. El contraste es tan grosero que ni siquiera hace falta remarcarlo.
Moriñigo, que quiso sumar puntos en la campaña, terminó regalando munición a la oposición y generando fastidio entre sus propios aliados. La austeridad, parece, solo se aplica cuando hay que ajustar en becas, comedores escolares o salarios estatales. Para el resto, siempre hay margen para brindar.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.