
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
Pasan del mutismo autoimpuesto a los exabruptos. Una historia de amateurismo y silencio que roza lo payasesco.
Actualidad10 de abril de 2025Hay dos formas de encontrar a los concejales de Jorge Gastón Hissa en acción, o calladitos, como si el recinto fuera una biblioteca, o desbordados por el mínimo debate. No hay matices. El bloque oficialista parece estar atrapado entre la apatía deliberada y el papelón discursivo, sin escalas ni vergüenza.
Desde que arrancó la gestión, la bancada del intendente no ha hecho más que confirmar lo que se temía, no hay ideas, no hay debate, no hay calle. No pisan un barrio, no redactan una ordenanza, no defienden ni siquiera lo que les baja la intendencia con moño. Lo único que manejan con solvencia es el calendario de efemérides. Y levantar la mano sin preguntar, porque la mayoría la consiguieron a fuerza de acuerdos dudosos, no de convicciones.
En este paisaje de improvisación se mueve, o mejor dicho, tropieza, la presidenta del Concejo, Laura Sánchez. Una funcionaria que, sesión tras sesión, parece estar en el lugar equivocado. Incapaz de ordenar el debate, confunde artículos, desconoce los procedimientos más básicos y depende de su secretaria legislativa para no desbarrancar del todo. Una tragicomedia institucional, sin gracia y con recursos públicos en juego.
Pero el papelón del jueves pasado se ganó un capítulo aparte. Durante la discusión de un proyecto polémico que busca barrer a los trapitos y criminalizar el rebusque en la calle, la presidenta del bloque oficialista, Lizbeth Huatay Otiniano, le soltó un “Dejate de romper las pelotas” a la concejala Julieta Ponce. El insulto no fue un secreto de pasillo, salió en vivo por micrófono abierto, se escuchó en todo el recinto y quedó registrado en la transmisión oficial.
Ni disculpas. Ni explicación. Ni una mínima autocrítica. La presidenta del Concejo intentó barrerlo bajo la alfombra. Solo hay que imaginar si hubiera sido al revés, si una concejala opositora se hubiera despachado con semejante exabrupto, ya estarían pidiendo sanciones, renuncias y cadena nacional.
"Si esto fuera diferente y el insulto hubiera sido de la oposición, habrían hecho un escándalo", se escuchó en los pasillos del propio Concejo.
Más allá del exabrupto, lo que queda expuesto es un bloque sin preparación, sin altura, sin rumbo. Lo que baja de la Municipalidad no es gestión ni diálogo, es la imagen del intendente, donde reina la soberbia, el maltrato y una triste falta de capacidad. Si los concejales son el espejo de Hissa, la imagen no puede ser más nítida, un gobierno sin proyecto, sin escucha, y con un profundo desprecio por las formas democráticas.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.