
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
La situación política local se ve envuelta en una nueva controversia con la continuidad de una interna que desde El Mosquito venimos señalando. Ya es más que evidente el distanciamiento entre Gastón Hissa y la concejala, Agustina Arancibia Rodríguez.
Pases de facturas, cambios de funcionarios y un mismo desenlace, la presidente del Concejo denunciada y denostada a más no poder. Una característica política que resaltan propios y extraños del intendente de San Luis, es su dificultad para “poner la cara”.
Si hacemos un raconto de este último tiempo, Hissa no puso la cara ante los más de 250 trabajadores que echó, no puso la cara en las denuncias mediáticas que su gestión desarrolla con el aparato comunicacional del poggismo, no puso la cara en su discurso de apertura decisiones sobre las falencias de su gestión (incluso culpó a otros) y tampoco puso la cara para firmar el tarifazo del boleto que impuso la última semana, ya que mandó a una de sus funcionarias a refrendar el decreto.
En medio de esta escapatoria de las responsabilidades, una de las más resonantes es la gravedad institucional de distintas cuestiones que se suscitan en el Concejo Deliberante. Cada sesión se convierte en un fusilamiento discursivo contra Agustina Arancibia Rodríguez que, por un lado mantiene un total desconocimiento de las normas del Legislativo y por el otro, libra una batalla en solitario con un bloque que no acompaña.
Mientras tanto las denuncias contra la concejala comienzan a acumularse. Hay quienes comentan que padece cada día al frente de la institución y en las últimas horas una noticia terminó de acrecentar la crisis. Al parecer, Daniel Piñeda, actual secretario Administrativo del Concejo se iría a la Municipalidad para ocupar el cargo de director de Rentas. Incluso ya estuvo en el CAV de la calle Chacabuco moviendo muebles y cambiando escritorios.
Esta partida deja sola a Arancibia Rodríguez ante todas las medidas judiciales, Piñeda es rescatado por su amigo Hissa y la edil se queda a enfrentar las polémicas decisiones que bajan desde la intendencia, como son la negativa a las resoluciones judiciales y las encrucijadas políticas.
Como ya se ha mencionado en notas anteriores, la presión sobre Arancibia Rodríguez también es una especie de tiro por elevación contra su padre. Alberto, hoy diputado por la Libertad Avanza dejó de atender el teléfono de los operadores del gobernador Claudio Poggi y eso ha puesto en marcha, al menos, una reprimenda.
Hasta dónde llegará la situación de Arancibia Rodríguez ??
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.