
Editorial
La creciente ola delictiva sumerge a la provincia en la incertidumbre mientras que denuncian que en la capital puntana hay zona liberada y la Policía no cuenta con recursos para enfrentar los casos.
Provinciales21 de febrero de 2024En medio de una preocupante escalada delictiva, la provincia de San Luis se ve sumida en una profunda crisis de seguridad, donde la falta de un plan efectivo por parte del gobierno y el abandono de la policía han dejado a los ciudadanos vulnerables y desprotegidos.
En los últimos meses, los índices delictivos han experimentado un notable aumento, dejando a la población en un estado de constante temor e inseguridad. Robos, asaltos y otros actos criminales se han vuelto moneda corriente en las calles de la provincia, generando un clima de desconfianza y desasosiego.
Una de las principales críticas recae en la falta de acción por parte del gobierno provincial, encabezado por el gobernador, Claudio Poggi, quien ha sido señalado por su inacción ante esta situación alarmante. La ausencia de un plan integral de seguridad que aborde de manera efectiva las causas del delito y promueva medidas preventivas ha dejado a la deriva a los ciudadanos, quienes claman por respuestas concretas y soluciones palpables.
Por si fuera poco, la situación se ve agravada por el abandono en el que se encuentra la policía provincial. Los agentes, desprovistos de los insumos necesarios para llevar a cabo su labor de manera adecuada, se ven en la difícil situación de enfrentarse al crimen sin las herramientas adecuadas. Además, la indignante realidad de que muchos de ellos perciben sus sueldos en cuotas, refleja un desdén por parte de las autoridades hacia aquellos encargados de velar por la seguridad de la población.
En este contexto desolador, el centro de la Ciudad se ha convertido en tierra de nadie, donde los delitos proliferan a cualquier hora del día. La sensación de inseguridad se ha apoderado de los residentes y comerciantes, quienes ven con impotencia cómo la violencia y el crimen campan a sus anchas por las calles principales.
Uno de los ejes de la campaña tanto de Poggi como la de Gastón Hissa fue la supuesta lucha contra la inseguridad. En 70 días no solo no se vieron acciones concretas, sino que se multiplicaron los casos. Es conocido., que ni el gobernador ni la ministra de Seguridad, Nancy Sosa, son bien vistos por los efectivos de la fuerza policial.
Todavía le recuerdan la toma de la Jefatura durante la primera gobernación del cordobés y la persecución que inició en esta etapa, donde bajo cargos y hasta se animó a suspender las clases en el instituto de formación. El enojo se acrecienta con la llegada de Gendarmería y los recursos que el gobierno dispuso para esto.
Editorial
El gobernador anunció la reactivación del Centro de Deshabituación de La Toma, paralizado por su propia gestión durante casi dos años pese a tener un 85% de avance. La oposición lo acusa de hacer marketing con la salud pública.
El subsecretario nacional Alejandro Cacace, convertido en vocero del achique estatal, celebró el cierre de organismos y reclamó al gobernador que continúe con el ajuste. Su pasado familiar ligado al Estado lo deja expuesto ante el propio relato libertario.
Profesionales advirtieron una vez más sobre la crisis en el sistema sanitario. Denuncian la falta de recursos humanos, salarios por debajo de la media y una política de salud desmantelada desde la llegada de Claudio Poggi al poder.
Tras el reclamo de los vecinos del barrio Cerro de la Cruz y la intervención de la Defensoría del Pueblo, el Municipio debió suspender la instalación de una torre de telefonía celular que ya estaba completamente montada.
En lugar de aclarar su viaje a Dubai, el funcionario dejó al desnudo la falta de presupuesto para las personas con discapacidad y la absoluta indolencia oficial.
El Senado aprobó la media sanción de una norma que busca proteger cuentas oficiales. Sin embargo, el propio oficialismo permitió su uso partidario tiempo atrás, cuando El Chorrillero se quedó con las cuentas del programa San Luis Inspira.
Firmó el ajuste con una sonrisa, pero ahora llora los recortes en casa. Poggi quiso ser el aliado perfecto de Milei, aunque no se banca las facturas del amor libertario.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.