Ni aumento ni crédito: el nuevo fiasco del intendente Hissa con los trabajadores municipales

Las largas filas en el Banco Supervielle terminaron en frustración, la mayoría de los trabajadores municipales no calificó para el crédito que el intendente presentó como un logro. Salarios por debajo de la línea de pobreza y deudas crecientes exponen el verdadero problema.

ActualidadHoyRedacciónRedacción
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El anuncio del intendente Gastón Hissa sobre los “créditos especiales” para empleados municipales duró menos que la paciencia de quienes hicieron fila para acceder a ellos. La postal del lunes fue contundente: colas de más de una hora y media en las puertas del Banco Supervielle y una respuesta repetida del personal bancario: “No están en condiciones crediticias”.

Más de la mitad de los empleados municipales tiene deudas acumuladas y sueldos que apenas rozan los 700 mil pesos, muy por debajo del costo de vida real. El enojo fue inmediato. Muchos de los que asistieron hablaron de una “burla organizada”. “Nos endeudamos para comer porque este tipo no aumenta los salarios, y ahora lanza créditos que no podemos sacar por estar en Veraz”, dijo una trabajadora indignada.

El supuesto beneficio, promocionado por el municipio con tono de gran gestión, resultó ser una oferta bancaria común y corriente. No hubo condiciones preferenciales ni tasas especiales. Los descuentos en viajes o compras fueron tomados como una provocación, un gesto fuera de lugar frente a quienes no llegan a fin de mes.

“Estuvimos más de una hora esperando para que nos rechacen en minutos. Juegan con la necesidad de la gente”, comentó otro empleado. Según trascendió, casi ninguno de los municipales logró acceder al préstamo, lo que transformó el anuncio en una nueva decepción colectiva.

Ni aumento, ni crédito. Solo otro acto de marketing político de un intendente que multiplica los anuncios y evita las soluciones de fondo. Las “bombas de humo” ya son parte de su marca de gestión: medidas de impacto comunicacional que, en los hechos, terminan vacías.

Frente a este nuevo episodio de descontento, ATE expresó su rechazo y adelantó que evalúa medidas de fuerza. Los trabajadores sienten que, más que un alivio financiero, el préstamo terminó siendo un nuevo recordatorio del abandono salarial y la falta de políticas reales para quienes sostienen el funcionamiento diario del municipio.

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