
Otro capitulo de un resumen político más gastado que las estrategias comunicacionales del gobierno de Poggi. Todo lo volcado en estas actas carece de rigor científico y apela a meras cuestiones metafísicas y/o brujería.
El siguiente resumen es irreal y grosero, las cosas vertidas en él responden a intereses políticos y análisis de personas no pensantes. El 97% de su contenido es no apto para tartufos y el otro 3% se lo lleva Karina.
Actualidad10 de septiembre de 2025
Redacción
INTERNA LIBERTARIA: CUANDO LA ROSCA SE VOLVIÓ SKETCH
Lo que pasa en la Libertad Avanza de San Luis ya dejó de ser política para convertirse en stand up involuntario. Bartolo Abdala y Carlos D’alessandro protagonizan la pelea más insólita del año: pasaron de ser compadres de rosca a enemigos de barricada en tiempo récord. D’alessandro, con su flamante bloque de “libertarios arrepentidos”, decidió marcar la cancha contra el gobierno, y Abdala respondió acusándolo de armar política solo para su familia, con especial dedicación a su hijo. El libreto parecía terminado ahí, pero el show siguió: D’alessandro lo retrucó tratándolo de empleado de Adolfo Rodríguez Saá.
Tanto a escalado la interna que en el local de la Libertad Avanza, que hasta hace unos meses supo ser el de Avanzar (que curiosa coincididencia), aparecieron carteles tratando de traidor al propio Milei e involucrandolo con acuerdos con "la casta".

La escena es tan grotesca que ya no se sabe si están discutiendo por ideología, por cargos o por quién se queda con el micrófono. La supuesta fuerza del cambio terminó convertida en un ring de boxeo con guantes de cotillón, donde las acusaciones vuelan con la misma seriedad que un meme. Y lo más jugoso es que, en medio de esta guerra de egos, queda al desnudo lo que siempre se sospechó: no hay conducción, ni proyecto, ni nada parecido a un plan político. Solo hay sillas para repartir y facturas viejas que se pasan con gusto.
Mientras tanto, Poggi, que no es de perder oportunidades, aprovecha el caos libertario para colar candidatos propios en la lista de diputados, acomodados a través de un acuerdo exprés con Bullrich y los Menem. La foto es bizarra, mientras los libertarios se sacan los ojos entre sí, el gobernador les roba la heladera de la casa y se lleva las botellas de vino. Así, la interna bizarra deja una postal clarísima: el único armado libertario que funciona en San Luis es el armado de papelones.
ATE Y OTRA VICTORIA FRENTE A HISSA
Gastón Hissa quiso jugar al intendente fuerte, pero terminó sentado en la misma mesa que había jurado esquivar, la de ATE. No fue un gesto de apertura ni un acto de madurez política, fue más bien un imposición por las condiciones laborales en la Municipalidad.
El gremio no solo le marcó la cancha con el reclamo salarial urgente, sino que también lo obligó a aceptar que en las próximas inspecciones de Relaciones Laborales haya representantes de ATE en primera fila, como auditores incómodos de su propia gestión.
El conflicto ya no se disfraza, los trabajadores denuncian falta de seguridad e higiene en los lugares más básicos. Y mientras Hissa se esfuerza en mostrar en redes sociales que la ciudad florece, las oficinas huelen a precariedad y los sueldos se derriten antes de llegar al bolsillo. ATE puso sobre la mesa el ultimátum de siempre pero con un detalle clave, el paro total ya no es amenaza lejana, es fecha en borrador.
Lo curioso es que este forcejeo sindical no ocurre en un municipio sin espalda, sino en la capital provincial, donde el intendente se pasea como aliado de Poggi y “cara nueva” del poder. Sin embargo, en la práctica, la foto que queda es otra, un intendente arrodillado ante un gremio que, lejos de ser espectador, le dicta los próximos pasos. En la rosca municipal, Hissa aprendió la lección más vieja de la política, podés tener discursos y slogans, pero si no podés pagar el sueldo y garantizar condiciones básicas, la rosca termina siendo puro tongo.
MÁS AJUSTE PARA SALIR DEL AJUSTE: EL TRUCO DE MAGIA DE POGGI
En la última reunión de gabinete, Claudio Poggi hizo desfilar a sus ministros con powerpoints en mano para mostrar cuántos empleados tiene cada repartición y cuántos “sobran”. Un casting laboral en versión estatal, donde los trabajadores entran como números y salen como incógnitas. El discurso es el de siempre, achicar el gasto. La práctica también, recortar por el lado más débil, mientras del otro lado de la balanza los cargos políticos se multiplican como panes, pero sin milagro.
La ironía se escribe sola, el gobierno habla de ajuste mientras engorda la estructura de funcionarios, contratos amigos y nombramientos a medida. Para los de arriba, oficinas nuevas; para los de abajo, auditorías y la amenaza de despidos. Poggi convierte la estabilidad laboral en un mito urbano justo cuando la crisis pulveriza salarios y el presupuesto 2025 se presenta sin aumentos ni recomposición. El resultado es simple, los números cierran, pero solo cuando el tijeretazo pasa por los trabajadores.
El show del “más ajuste para salir del ajuste” desnuda la contradicción central del poggismo, predica austeridad mientras protege a su ejército de políticos rentados. El poder se cuida a sí mismo y apunta el recorte siempre hacia el mismo lugar. Lo demás son pantallas de PowerPoint, útiles para la rosca interna y el maquillaje externo. En San Luis, el único gasto que no se toca es el del propio poder. Todo lo demás es descartable.
DOMINGO DE DOLOR
El domingo fue una misa negra para los libertarios: velas apagadas, caras largas y la ilusión de un triunfo evaporada en cuestión de horas. En San Luis el luto se sintió fuerte, especialmente en algunos funcionarios que habían hecho apuestas en silencio por la Libertad Avanza, como si se tratara de un bingo clandestino donde el premio era estar del lado “correcto” de la historia.

Una de las más entusiastas fue Adelaida Muñiz, ministra de Deportes, que se animó a festejar en redes un posteo de uno de los hijastros de Adolfo Rodríguez Saá llamando a votar a LLA. La foto era casi de familia, pero la derrota dejó la mesa servida con sabor amargo. Porque mientras en Buenos Aires los libertarios recibían un cachetazo electoral, acá los guiños políticos quedaban expuestos como un gesto torpe y fuera de timing.
Poggi insiste en jurar que no tiene nada que ver con los libertarios, pero el problema no está en sus palabras, sino en la procesión de funcionarios que parecen ir detrás de Milei con la fe de un club de fans. El resultado del domingo fue un golpe de realidad: ni en Nación ni en San Luis alcanza con colgarse de la motosierra ajena. Y cuando la motosierra se queda sin nafta, los que habían aplaudido desde la tribuna se quedan con cara de domingo de dolor.
DÓNDE ESTÁ BECERRA
En la película libertaria puntana hay un personaje fantasma, Mónica Becerra. La candidata a diputada nacional parece más un sticker de Milei que una persona de carne y hueso. Nadie la escucha, nadie la ve, nadie sabe siquiera cómo suena su voz. Su militancia se reduce a compartir historias en redes, como si el “me gusta” alcanzara para levantar una candidatura. Mientras tanto, el oficialismo intenta despegarse, aunque hasta marzo Becerra cobraba un sueldo en el Estado y ahora descansa en un sindicato de Villa Mercedes. Todo muy disruptivo, claro.
Lo curioso es que su campaña es la nada misma, un silencio estratégico que ni Sun Tzu podría justificar. No hay actos, no hay armado, no hay discurso. Los libertarios, que en Buenos Aires ya tienen problemas para juntar las piezas, en San Luis parecen resignados a improvisar con lo que hay. Y lo que hay es una candidata que se esconde, como si su principal virtud fuera pasar inadvertida.
La candidatura de Becerra es un misterio mal resuelto, casi un casting a las apuradas. No tiene ganas de hablar porque no tiene nada que decir, y en el mientras tanto, deja que el gobierno le financie la visibilidad con su publicidad política en medios amigos. Así, la revolución liberal puntana termina pareciendo una parodia, una candidata ausente, un partido sin estructura y un gobierno que hace de sostén involuntario. Rosca y Tongo en su máxima expresión.
VIVIR EN LA LUNA
Caminar o manejar por San Luis capital se parece bastante a un entrenamiento de la NASA, saltos, esquives y una buena dosis de equilibrio para no terminar en el fondo de un cráter municipal. El intendente Jorge Gastón Hissa promociona hasta el cansancio un plan de de pavimento que se vende como la obra pública del siglo, pero que en la realidad se cae más rápido que sus discursos.
El video que circuló en redes, donde una camioneta queda atrapada en la Avenida Juan Gilberto Funes y tiene que ser rescatada por la Policía, es apenas la síntesis de lo que los vecinos padecen todos los días. La bronca es tal que hasta los propios vecinos filman los baches y los denuncian.
La postal es clara, mientras Hissa se dedica a los actos con luces y discursos, la ciudad se hunde, literalmente, bajo sus pies. Los baches ya no son un problema urbano, son la metáfora perfecta de una gestión que se queda en la superficie, incapaz de tapar siquiera el agujero más chico. Y si la idea era vivir en la luna, los vecinos ya lo entendieron.

Otro capitulo de un resumen político más gastado que las estrategias comunicacionales del gobierno de Poggi. Todo lo volcado en estas actas carece de rigor científico y apela a meras cuestiones metafísicas y/o brujería.

La presidenta, Laura Sánchez, fue reelecta únicamente por la mayoría oficialista, sin el respaldo pleno de su propio bloque. La sesión expuso el deterioro institucional y la interna que impulsa el intendente Hissa.

La ciudad tuvo que atravesar dos sesiones frustradas, peleas internas y un concejal que no apareció, para que finalmente quedó conformado el nuevo Concejo Deliberante. El inicio legislativo ya deja a la vista la fragilidad política del intendente Luciano Ayala.

El gobernador confirmó públicamente que el senador electo por San Martín no ocupará la banca. La maniobra deja expuesta una estrategia electoral que vacía la representación departamental.

El intendente se autoelogió en medio de una gestión marcada por fallas estructurales en agua, cloacas, limpieza y un permanente desconcierto político. Su lectura contrasta con el humor social y con un gabinete que no logra sostener.

Mientras la ministra Nancy Sosa celebraba en el acto oficial, una familia llegó a su nueva casa y encontró la puerta forzada, todo revuelto y un silencio oficial que no explica por qué la inseguridad avanza sobre los propios beneficiarios del plan habitacional.

La permanencia de Mario Zabala en un pabellón especial, la visita reservada de su esposa, la ministra Teresa Nigra, y el pedido urgente de su defensa para enviarlo a su casa contrastan con la exposición pública que sufrió Sergio Freixes. La diferencia de trato vuelve a quedar documentada.

El exdiputado nacional vuelve a San Luis con “Dale San Luis”, una apuesta propia tras su salida de La Libertad Avanza. En su desembarco promete dar batalla por la coparticipación municipal y frenar cualquier intento de reforma constitucional.

El gobernador confirmó públicamente que el senador electo por San Martín no ocupará la banca. La maniobra deja expuesta una estrategia electoral que vacía la representación departamental.

La presidenta, Laura Sánchez, fue reelecta únicamente por la mayoría oficialista, sin el respaldo pleno de su propio bloque. La sesión expuso el deterioro institucional y la interna que impulsa el intendente Hissa.

El Tribunal de Impugnaciones dejó sin efecto la medida que beneficiaba al intendente y consideró “irrazonable” la restricción impuesta a los dirigentes gremiales. El fallo expone el revés político de la gestión Hissa en su intento por judicializar el conflicto municipal.

La Cancillería retiró en silencio el nuevo logo tras omitir Malvinas y la Antártida, en un gesto que expuso desorden interno y falta de sensibilidad sobre dos ejes centrales de la política exterior argentina.

Otro capitulo de un resumen político más gastado que las estrategias comunicacionales del gobierno de Poggi. Todo lo volcado en estas actas carece de rigor científico y apela a meras cuestiones metafísicas y/o brujería.