
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En plena campaña electoral desde el Ejecutivo ya no saben qué herramientas utilizar para mejorar la imagen de Poggi e impulsar los candidatos. Ahora hasta se animaron a utilizar un método que ellos mismos denostaron hace algunos años.
Actualidad15 de abril de 2025Cuando el relato se agota, empieza el show. Y en San Luis, el oficialismo parece decidido a llevarse el premio a la puesta en escena más patética de la campaña. Esta vez, el Gobierno provincial decidió rifar entradas para la Copa Argentina, pero con una condición, hay que seguir la cuenta oficial del gobernador Claudio Poggi. Likes y follows a cambio de acceso a un partido de fútbol.
El sorteo fue lanzado por las redes de la Agencia de Noticias y del propio Gobierno, usando recursos institucionales para intentar reflotar una imagen que viene en picada libre. En lugar de anunciar políticas públicas, ahora ofrecen un "follow por entrada". Lo que hasta hace poco era motivo de indignación y denuncias en los medios poggistas, hoy se transforma en una herramienta de campaña sin pudor ni autocrítica.
Con encuestas que no entusiasman ni al propio oficialismo, la Secretaría de Comunicación parece haber optado por la lógica del influencer desesperado. Ya no importa el contenido ni el mensaje, sino sumar seguidores.
Pero lo más llamativo no es la estrategia en sí, sino la hipocresía que arrastra. Porque esta misma práctica —la de condicionar beneficios a la adhesión digital— fue ferozmente criticada en 2022 por los medios del poggismo, cuando el actual senador, reconvertido a poggista, Diego García usó entradas para hacer crecer sus cuentas en redes. Lo trataron de oportunista, clientelar, poco ético. Hoy, García es candidato por el frente oficialista y parte del armado oficial. Y lo que ayer era escándalo, hoy es manual de campaña.
Con doble estándar a pleno (la marca registrada del poggismo), la moral se ha vuelto flexible cuando el poder está en juego. Lo que ayer era malo, hoy es "estrategia digital".
Al final, el mensaje es claro, el gobierno necesita clics más que votos. Porque quizás ya saben que lo segundo se les está haciendo esquivo. En una una gestión que, en su desesperación, ya ni se esfuerza en disimular que perdió el rumbo.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.