Otro lunes negro sacude a los mercados globales por las medidas de Estados Unidos: la tormenta también llega a Argentina

Economía07 de abril de 2025Nac and PopNac and Pop
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Preocupación global tras las aperturas de las bolsas asiáticas y las caídas de los futuros estadounidenses

Los mercados financieros internacionales atraviesan otro lunes negro, con desplomes históricos en Asia y fuertes caídas en Europa, tras las nuevas medidas arancelarias impuestas por Estados Unidos. El recrudecimiento del proteccionismo comercial por parte del gobierno de Donald Trump agitó los temores de una nueva guerra comercial global. Y, como siempre, cuando el mundo estornuda, Argentina se agarra una pulmonía.

En Asia, la jornada fue catastrófica: el Nikkei de Japón se hundió un 7,8%, el Taiex de Taiwán cayó 9,7%, y los principales índices de China no se quedaron atrás, con desplomes superiores al 7%. Hong Kong directamente se derrumbó un 13,22%, marcando un récord negativo desde la crisis del ‘97. Europa no pudo evitar el contagio: el DAX alemán cayó 6,5%, el CAC francés bajó 5,7% y el FTSE británico retrocedió 4,5%.

¿Y Argentina? Bien, gracias. Mientras el gobierno se felicita por una supuesta desaceleración inflacionaria —que en realidad consiste en frenar paritarias, y destruir el consumo interno—, el mundo le complica aún más el panorama. En los hechos, el freno a la inflación se está pagando con recesión, aumento de la pobreza y un Banco Central que quema reservas a ritmo de fogata patagónica.

Los analistas locales anticipan una semana complicada: la Bolsa porteña arrancaría en baja, presionada por el nerviosismo global; el dólar podría volver a moverse pese a las intervenciones diarias, y los bonos en dólares siguen sin levantar cabeza, manteniendo al riesgo país en niveles de fiebre alta. Todo esto, en un contexto donde el Gobierno intenta mantener una calma cambiaria precaria, vendiendo lo que no tiene y ajustando donde siempre: en el bolsillo del que menos tiene.

La paradoja es que mientras en el discurso oficial se habla de “orden macroeconómico” y de “confianza en los mercados”, lo único que realmente parece estar ordenado es el ajuste. El capital especulativo mira, duda, y se lleva lo poco que queda. Y el pueblo argentino, como tantas veces, paga la fiesta que no organizó.

En este contexto, cualquier sacudida externa se transforma en terremoto local. Y esta vez, el epicentro viene desde afuera, pero los daños colaterales prometen sentirse fuerte en Buenos Aires. Se viene una semana larga.

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