
El concejal agradeció públicamente el respaldo del gobernador a su labor legislativa, en un gesto que tensiona la relación con el intendente Hissa y deja al descubierto una interna cada vez menos disimulada dentro del oficialismo municipal.
El intendente aumentó su sueldo y el de los funcionarios por encima de lo que otorgó a los municipales. Bronca y repudio.
Actualidad26 de noviembre de 2024
Redacción
La gestión del intendente de La Punta, Luciano Ayala, no deja de acumular polémicas. En esta oportunidad, la decisión de otorgar un aumento salarial del 15% sobre el básico a los funcionarios del Poder Ejecutivo, el Honorable Concejo Deliberante (HCD) y el Juzgado de Faltas, mientras que los trabajadores municipales recibirán apenas un 13,5%, ha desatado una indignación generalizada en la ciudad.
El contraste es escandaloso: mientras los sueldos de los funcionarios crecen con cifras que refuerzan sus privilegios, los empleados municipales siguen sumidos en salarios que no alcanzan la canasta básica, mucho menos a escapar de la línea de pobreza. La medida es una bofetada directa a los sectores más vulnerables en un contexto donde la crisis económica ya los tiene contra las cuerdas.

Esta decisión agrava una gestión que arrastra un descontento generalizado por el estado de abandono de la ciudad. Calles llenas de baches, barrios con luminarias que no funcionan, recolección de residuos irregular y un deterioro visible en los espacios públicos forman parte del paisaje cotidiano. La Punta, que alguna vez se proyectó como una ciudad modelo, hoy es el reflejo de la desidia administrativa.
El historial de Ayala solo empeora la situación. Fue el primer intendente en dar de baja el Tratado de La Toma, una herramienta que aseguraba que los trabajadores municipales estuvieran protegidos frente a la inflación y la indigencia. Ahora, con este nuevo golpe, consolida su imagen como un líder que prioriza a los funcionarios por encima de las necesidades básicas de la población y de quienes sostienen la operatividad del municipio.
Mientras tanto, el descontento crece. Los trabajadores municipales han expresado en numerosas ocasiones que sus sueldos no alcanzan para cubrir lo elemental, y la falta de inversión en obras y servicios públicos profundiza el malestar social. Los vecinos de La Punta, por su parte, ya no ocultan su frustración frente a un municipio que parece más preocupado por las internas políticas y el gasto innecesario que por garantizarles calidad de vida.

En lugar de revertir el deterioro visible de la ciudad y atender las demandas de los trabajadores, Ayala sigue un camino que ensancha la brecha entre funcionarios y empleados. La medida, lejos de ser una solución, refuerza la percepción de una gestión desconectada, marcada por el privilegio y el abandono de sus responsabilidades fundamentales.

El concejal agradeció públicamente el respaldo del gobernador a su labor legislativa, en un gesto que tensiona la relación con el intendente Hissa y deja al descubierto una interna cada vez menos disimulada dentro del oficialismo municipal.

La advertencia no es nueva y el problema tampoco: la contaminación no estaría focalizada en un solo punto y podría afectar todo el curso del río. En plena temporada de uso recreativo, crece la preocupación por la salud pública y el ambiente.

En plena crisis de servicios y malestar barrial, el oficialismo municipal llevó la agenda política a una disputa interna por el uso de una oficina del Concejo Deliberante. Un conflicto menor que expone prioridades desalineadas.

El gobernador volvió a apostar por la entrega de materiales para autoconstrucción. Es una modalidad parecida al plan Solidaridad, que acumuló demoras de hasta dos años y terminó costando el doble.

La Municipalidad de San Luis prometió un arreglo en 24 horas y dejó una de las avenidas más transitadas cortada por más de 30 días. Vecinos y comerciantes denuncian desorden, malos olores y una obra sin plazos claros bajo la gestión de Jorge Gastón Hissa.

El índice elaborado por la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA volvió a dejar a la capital puntana fuera del grupo de ciudades con mejor gestión urbana. Un dato duro que expone límites estructurales de la gestión municipal.

Tras los nuevos datos de inflación provincial, el gremio reclamó que el aumento del 5% otorgado por la gestión Poggi es insuficiente y denunció una crisis salarial que golpea a estatales, municipales y beneficiarios del Plan de Inclusión.

La lista de casi 3.000 inscriptos incluyó a dirigentes del oficialismo y familiares del intendente con licencia. La comunidad denuncia que su participación desplaza a familias que realmente necesitan una vivienda.

Tras los nuevos datos de inflación provincial, el gremio reclamó que el aumento del 5% otorgado por la gestión Poggi es insuficiente y denunció una crisis salarial que golpea a estatales, municipales y beneficiarios del Plan de Inclusión.

El gobernador volvió a apostar por la entrega de materiales para autoconstrucción. Es una modalidad parecida al plan Solidaridad, que acumuló demoras de hasta dos años y terminó costando el doble.

En plena crisis de servicios y malestar barrial, el oficialismo municipal llevó la agenda política a una disputa interna por el uso de una oficina del Concejo Deliberante. Un conflicto menor que expone prioridades desalineadas.

La advertencia no es nueva y el problema tampoco: la contaminación no estaría focalizada en un solo punto y podría afectar todo el curso del río. En plena temporada de uso recreativo, crece la preocupación por la salud pública y el ambiente.

El concejal agradeció públicamente el respaldo del gobernador a su labor legislativa, en un gesto que tensiona la relación con el intendente Hissa y deja al descubierto una interna cada vez menos disimulada dentro del oficialismo municipal.