Escándalo: la ministra Nigra estuvo en el recital de Paul McCartney mientras no hay atención pediátrica en Villa Mercedes

 
Una ministra desafinada con la realidad: Teresa Nigra, en recital de Paul McCartney mientras la salud pública colapsa

La ministra de Salud de San Luis, Teresa Nigra, se encuentra en el centro de una tormenta política luego de que se difundiera un video que la muestra disfrutando de un recital de Paul McCartney en Córdoba, mientras en Villa Mercedes la atención pediátrica está paralizada por un paro de los trabajadores de la salud. La indignación fue inmediata, sobre todo entre los profesionales que enfrentan una situación límite: hospitales sin insumos, salarios castigados por la inflación y un sistema de salud pública deteriorado por el ajuste que aplica el gobierno de Claudio Poggi.

El contraste entre la opulencia y los reclamos es grosero. Mientras el precio de la entrada para ver al ex-Beatle superaba los 250 mil pesos, los médicos, enfermeros y demás trabajadores sanitarios se ven obligados a pelear por una recomposición salarial que apenas les permita sostener sus hogares. Villa Mercedes, la segunda ciudad más grande de la provincia, permanece sin atención pediátrica. ¿La respuesta de la ministra? Disfrutar del lujo, mientras la emergencia sanitaria continúa.

La llegada de Teresa Nigra al Ministerio de Salud fue claramente una movida política. Su paso anterior por DOSEP, la obra social estatal, fue un desastre: pagos atrasados, prestaciones suspendidas y un descontento generalizado entre los profesionales de la salud que, a día de hoy, siguen sufriendo las consecuencias de su pésima administración. Sin embargo, su lealtad política le permitió mantenerse en la cúspide del poder.

En los últimos meses, la situación en San Luis se ha agravado. Según datos del INDEC, la pobreza y la indigencia han aumentado en más de 15 puntos desde que Claudio Poggi asumió el gobierno. Y mientras la mayoría de los sanluiseños se hunden en la precariedad, sus ministros disfrutan de eventos que están fuera del alcance del ciudadano común. La salud pública, que debería ser una prioridad en cualquier gobierno responsable, ha sido relegada a un segundo plano, sacrificada en nombre del ajuste.

El episodio de Nigra en Córdoba no es un caso aislado, sino un síntoma del estado de desconexión entre la élite política de San Luis y la realidad de sus ciudadanos. Mientras la ministra tarareaba los clásicos de The Beatles, miles de niños de Villa Mercedes no podían recibir atención médica. Y esto es solo la punta del iceberg de una gestión que, en lugar de responder a las necesidades urgentes de la población, se dedica a privilegiar a los suyos.

En tiempos en que la salud pública debería ser el pilar de cualquier administración, en San Luis se ve una dirigencia que prefiere los lujos, las fiestas y los recitales. El gobierno de Poggi, con Nigra a la cabeza de la salud, muestra una peligrosa indiferencia. Los trabajadores de la salud seguirán luchando, pero la pregunta es: ¿quién está del lado de los sanluiseños? Porque claramente, no es la ministra.