El 678 de Poggi: Un armado para replicar el relato “oficial” y perseguir a la oposición

No son 6, ni salen por canal 7; pero su armado y sus fines son lo mismo. El noticiero de la noche en el ex canal 13 (Ahora San Luis +) es un mal intento local del emblema propagandístico del kirchnerismo. 

Conducido por uno de los operadores más significativos del poggismo, cómo es Emiliano Pascuarelli y secundado con periodistas de renombre, para darle el toque serio, a un ciclo nocturno que tiene como fin la reproducción del relato que baja desde Terrazas. 

Los mandatos son concretos; replicar la versión “Poggi de la vida”, por un lado, y escrachar y combatir a todos los opositores, por el otro. Con los espasmos de moralina y el papel de matón (en las redes) del secretario de Comunicación, Diego Masci, el programa se ha constituido como un pelotón de fusilamiento mediático contra un “otro” al que hay que combatir. 

Todo esto bajo la lógica de una moral impuesta y totalmente construida por el relato del propio gobernador,  con una estrategia comunicacional que viene a copiar lo que supuestamente tanto odian, el kirchnerismo. 

Pero, a pesar de los millones que se gastan en sueldos y publicidad en redes, el experimento no ha sido exitoso. No solo no instalan agenda sobre los temas que el poggismo quiere imponer, sino que la utilización política del canal estatal deja al descubierto un proyecto que “venía a cambiar las cosas”. 

El horizontalismo discursivo está presente en toda la programación, no hay una sola voz disidente a la oficial. Los dirigentes de la oposición no tienen micrófono ni cámara en los distintos programas y constantemente sus afirmaciones son examinadas con el rigor de un tribunal judicial por funcionarios y periodistas en conjunto. 

En la amalgama de temas, no se mencionan en absoluto los errores de la actual gestión, ni el notable crecimiento de la pobreza que se profundizó desde diciembre, ni las luchas gremiales por salarios dignos, ni mucho menos la inseguridad alarmante que se vive en toda la provincia. 

Estos intentos reiterados de pretender tener una voz única y favorable al pensamiento oficial, son parte de la fórmula y del plan de comunicación que el poggismo tiene en marcha. Con la asesoría de periodistas nacionales alineados a Macri y más interrogantes que certezas sobre la utilización de los fondos públicos con fines políticos.