Poggi y Espert: alergia crónica a la prensa no rentada

Poggi reacciona con soberbia; Espert, con lágrimas. Los dos exponen la misma debilidad: el miedo a las preguntas fuera del relato.

ActualidadHace 2 horasRedacciónRedacción
CRISIS SANITARIA PARO EN DISTINTOS (3)

Hay algo que une a Claudio Poggi y José Luis Espert más allá de las fotos y los abrazos de junio del 2023: la alergia a la prensa que no pueden controlar.

Ambos aman los micrófonos, pero solo cuando el periodista acepta el libreto del poder. Cuando la pregunta es incómoda, cuando el relato se deshilacha, los líderes del discurso oficial se transforman: Poggi se enfurece, Espert se quiebra.

El gobernador de San Luis volvió a mostrarlo, en lugar de responder con argumentos ante una consulta sobre sus vínculos con los libertarios, eligió el grito y la descalificación. La soberbia reemplazó a la verdad.

Porque Poggi no sabe improvisar fuera del guion que escribe su equipo de comunicación. Y cuando no hay respuesta, se ataca al mensajero.

Espert fue el espejo más claro, negó durante meses sus vínculos con el narcotráfico, se burló de los periodistas y posó como adalid de la transparencia. Hasta que la realidad lo alcanzó. La prensa mostró lo que él negaba, lloró en vivo intentando salvar su imagen… y terminó renunciando a su candidatura, acorralado por sus propias mentiras.

La lección es simple: cuando el relato se cae, el poder desnudo solo puede gritar o llorar.
Y Poggi, que intenta controlar el discurso provincial con aprietes y pautas “a medida”, debería tomar nota, en democracia, la prensa no obedece, pregunta.

La libertad de expresión no es un favor que se le pide al gobernador. Es un derecho. Y cuando el poder no puede sostener su relato, no queda otra que responder, admitir o renunciar.
Como Espert. 

Te puede interesar
Lo más visto