El candidato Daniel Orlando denunció el “avasallamiento institucional” del gobierno de Poggi y exigió revisar todas las urnas. Asegura que la elección fue manipulada con el aparato provincial y reclama transparencia.
ActualidadHace 2 horas
Redacción
El resultado en Potrero de los Funes dejó una herida abierta. A tan solo siete votos del ganador provisorio, Daniel Orlando, candidato a intendente, denunció graves irregularidades y pidió que la justicia electoral autorice la apertura de todas las urnas. “Queremos despejar este manto de oscuridad que hoy pesa sobre Potrero”, sostuvo en diálogo con El Mosquito Puntano.
“Fue una elección totalmente desmedida desde el gobierno provincial hacia la localidad”, explicó, apuntando directamente a la estructura del poggismo. Según Orlando, el día de la votación el vicegobernador y parte del gabinete estuvieron presentes en los establecimientos educativos donde se votaba, en una clara muestra de intromisión. “Había presión sobre los empleados del Plan de Inclusión y sobre los vecinos. Fue un avasallamiento institucional grave”, remarcó.
En este sentido, fue tajante al describir la contienda como desigual. “Si nos ganó, nos ganó Poggi con todo el aparato provincial, no el cadete que pusieron”, ironizó adviertiendo que si el escrutinio da el mismo resultado fue producto de la influencia del gobierno en contra del voto libre de los vecinos.
El candidato pidió que la justicia electoral actúe con independencia y permita revisar urna por urna. “Necesitamos saber si el resultado provisorio fue real o si se intentó imponer una voluntad ajena a la del pueblo”, señaló. Orlando también cuestionó la cercanía de los jueces Zabala Chacur y Cadelago Filippi con el oficialismo, y advirtió que un fallo sesgado “sería un golpe muy duro a la democracia local”.
Pactos y silencios
En el plano político, no descartó un acuerdo entre el actual intendente Damián Gómez y el gobierno de Poggi para frenar su llegada a la intendencia. “Los vi muy tranquilos a los integrantes del Municipio, casi festejando”, comentó.
Desde el gobierno provincial no hubo ningún llamado ni felicitación. “No me llamaron ni me van a llamar. Deben tener vergüenza”, cerró Orlando, visiblemente indignado.
El escrutinio definitivo de este martes dirá si Potrero vivió una elección legítima o si, como muchos sospechan, el poder volvió a inclinar la balanza.
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