
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
Endeiza y los apoderados del poggismo ahora quieren apurar las resoluciones judiciales, luego de haber llevado todo a tribunales.
Actualidad19 de abril de 2025La justicia es lenta, salvo cuando al gobierno le corre el reloj electoral. Entonces, el discurso cambia, las formas se tensan y el "respeto a la división de poderes" pasa a ser un detalle molesto. Así se comporta hoy el oficialismo de Claudio Poggi, que con un nerviosismo cada vez menos disimulado, busca apurar al Poder Judicial para definir —a su favor, por supuesto— la situación de Alberto Rodríguez Saá.
El encargado de ponerle la cara al apriete es el vicegobernador Ricardo Endeiza, una figura que hasta ahora venía jugando en segundo plano pero que en las últimas horas salió del placard para actuar de operador judicial. Junto a los apoderados del Frente Ahora San Luis, presentaron un escrito en tribunales con la excusa de estar preocupados porque las boletas todavía no se imprimieron.
Lo curioso —por no decir cínico— es que fue el propio poggismo el que judicializó cada instancia del proceso electoral. Y ahora, cuando las resoluciones no les resultan convenientes, pretenden que la Justicia se mueva a los codazos. Exigen celeridad, como si no hubieran sido ellos quienes metieron palos en la rueda desde el principio.
Detrás del acting judicial se esconde el verdadero objetivo, proscribir a Alberto Rodríguez Saá. La sola presencia del ex gobernador parece quitarle el sueño a Claudio Poggi y su entorno. El temor no es menor, saben que su figura puede alterar los cálculos y poner en jaque la hegemonía que pretenden consolidar a cualquier precio.
Desde el Frente Justicialista presentaron un escrito en respuesta a los pedidos de Endeiza. “Ellos han demorado el proceso con este barullo y metiéndose en nuestro expediente. No es la jueza quien demoró el proceso”, dispararon sus apoderados, que también señalaron lo obvio, las objeciones presentadas por el oficialismo sólo buscan proscribir a Rodríguez Saá.
Y agregaron: “Sabemos que han hablado con los jueces”, dejando flotando en el aire la sospecha de presiones, pasillos y llamados fuera de horario.
Mientras tanto, la campaña se va contaminando con un conflicto que ya no es solamente político. La institucionalidad tambalea cada vez que el poder mete la mano donde no debe. Y cuando un gobierno que dice defender la democracia intenta torcer la voluntad popular desde los despachos judiciales, el problema deja de ser electoral.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
Editorial mosquitera.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.