
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
Con la actualización de los sistemas, la obra social hizo reformas sin avisarle a los ciudadanos. De 50%, la cobertura pasó de 30% a 45% en el mejor de los casos.
Actualidad15 de abril de 2025Entre gallos y medianoche, y sin una mísera circular que lo anticipe, la Dirección de Obra Social del Estado Provincial (Dosep) decidió rediseñar su política de cobertura en medicamentos. No fue una mejora, por supuesto. Los afiliados, que solían contar con un 50% de descuento como un derecho casi ritual, hoy se enfrentan a una rebaja de la rebaja, ahora el beneficio oscila entre un mezquino 30% y, si hay suerte, un 45%.
Nadie fue consultado. Nadie fue informado. Nadie entiende del todo cómo, cuándo ni por qué. Lo único claro es que el gasto de bolsillo crece justo cuando los salarios hacen equilibrio sobre una cuerda floja que cada vez cuelga más bajo.
El truco está en la implementación de una tarifa de referencia. ¿Qué significa eso? Que si usted toma un medicamento para una enfermedad crónica y prefiere una marca reconocida (porque confía en ella, porque le funciona, porque no quiere experimentar), Dosep ahora decide que le va a cubrir un porcentaje, pero no sobre el precio real, sino sobre el de una versión más barata. El resultado es que usted paga más, aunque le digan que le están haciendo un favor.
Detrás de este ajuste encubierto hay una narrativa más amplia, la del recorte. El gobierno provincial aprieta el cinturón de la obra social mientras los afiliados aprietan sus bolsillos. La reducción de servicios, los pagos atrasados a prestadores y la creciente presión sobre los médicos, que cobran plus porque la cobertura oficial no alcanza, completan un panorama desolador.
La pelea con el Círculo Médico es otro frente abierto que se suma al caos. Mientras los profesionales exigen actualizaciones y condiciones dignas, los afiliados quedan atrapados en el medio, pagando los platos rotos de una administración que hace malabares con la salud ajena.
La nueva “política de cobertura” no es más que una excusa técnica para enmascarar un recorte brutal. Porque cuando la salud se transforma en variable de ajuste, lo que está en juego no son sólo cifras, sino la dignidad de quienes, mes a mes, aportan a una obra social que ya no cubre, ya no responde y, lo peor, ya no cuida.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
Editorial mosquitera.
La diputada nacional renunció a su postulación como suplente en la lista del justicialismo puntano y respaldó sin matices a Jorge “Gato” Fernández y Gloria Petrino. Reafirmó que la prioridad es la unidad para enfrentar el avance libertario.
El propio gobierno reconoce que con el ritmo de construcción previsto, la solución habitacional para las más de 66 mil familias inscriptas llegaría recién en 60 años. Una ley votada por todos, que patea la promesa de campaña y consolida la política de la emergencia como estrategia de gestión.
A casi dos años de gestión, el intendente de San Luis convierte tareas de mantenimiento en actos de gobierno, mientras la capital se deteriora entre cloacas desbordadas, basura acumulada y un centro tomado por manteros.
Denunciaron que les impusieron nombres que no tienen nada que ver con los libertarios de San Luis. Bronca con el poggismo y una jugada que salió muy mal.
El partido de Adolfo Rodríguez Saá terminó sin lista propia y expulsó al ex intendente de Juana Koslay por presentarse en otro frente. Una maniobra que exhibe el rol subordinado del espacio al gobernador Claudio Poggi.
En un fallo express de la jueza Servini, el espacio libertario quedó bajo intervención nacional. Carlos González D’Alessandro denunció un atropello y apuntó contra Claudio Poggi y Eduardo “Lule” Menem.
El gobernador de San Luis implosionó su propio frente y metió la mano en La Libertad Avanza, dejando un oficialismo sin aliados y un libertarismo vacío.
Daniel Piñeda, subdirector de Ingresos Públicos, intentó apuntar contra la gestión anterior, pero concejales justicialistas lo dejaron expuesto con munición gruesa sobre los desmanejos actuales del municipio.