"La Odisea de la doctora: Un Viaje Financiado por los mortales contribuyentes"

En la jungla burocrática de San Luis, donde los "ñoquis" no solo se comen sino que también ocupan oficinas, emerge nuestra heroína del mes, la Dra. María Paz Pagano. Con una habilidad digna del recordado mago Houdini, logra desaparecer físicamente de su puesto de trabajo. Pero su sueldo no solo se mantiene intacto sino que parece engordar en su ausencia.

La funcionaria, en un ejemplo  de astucia digno de ser estudiado en las mejores universidades (a las que casualmente asiste) ha conseguido un logro que muchos mortales contribuyentes considerarían un milagro: ser omnipresente en la nómina mientras explora los misterios académicos de Chile y Alemania. Y algún desprevenido se pregunta, ¿acaso descubrió la fórmula para clonarse o simplemente es la versión moderna de la multiplicación de los sueldos?

La trama se espesa más que la salsa de un ñoqui del 29. No satisfecha con sus escapadas internacionales, parece que nuestra protagonista también encabeza una saga menos académica y más terrenal: la del acoso laboral. Una especie de hobby para mantenerse ocupada entre viaje y viaje. ¿Qué mejor manera de asegurarse que su reino siga sin sobresaltos en su ausencia que sembrando el temor entre sus súbditos?

En este punto, uno no puede evitar preguntarse: ¿Qué clase de magia negra emplea para convencer al tribunal de que su ausencia física es, en realidad, una inversión para el pueblo? Quizás, en sus maletas, además de souvenirs y chocolates, traiga consigo algún antiguo texto olvidado que enseñe el arte de justificar lo injustificable.

Pero, cuidado, que el nuevo gobierno, con su hacha presupuestaria, promete poner fin a estos banquetes.. Sin embargo, hasta ahora, la doctora ha demostrado ser una escurridiza pieza de gnocchi, deslizándose entre los tenedores de la austeridad con la gracia de un salmón en plena migración.

Así que, queridos contribuyentes, mientras ustedes se parten el lomo para llegar a fin de mes, recuerden que hay quien, gracias a su ingenio (y a su pasaporte), logra hacer del sector público un verdadero tour gastronómico-académico. Brindemos, pues, por la Dra. Pagano, nuestra "Ñoqui Viajera del Mes", esperando que en su próxima travesía, quizás, nos traiga la receta para esa milagrosa multiplicación de los sueldos sin necesidad de presentismo.

Porque, al final del día, ¿Quién necesita trabajar cuando se puede viajar y cobrar? ¡Salud, y que los dioses de la burocracia nos asistan!