ROSCA Y TONGO: AMIGOS

MÁS AMIGOS QUE ROBERTO CARLOS

Laura Sánchez, presidenta del Concejo Deliberante capitalino, está en plena gira de amistad. Ahora se muestra inseparable del clan Hissa, especialmente del intendente Jorge Gastón y su hermano Agustín, operador de confianza que reparte guiños y castigos entre los concejales. La edil parece vivir en una eterna feria de vínculos, donde los abrazos cambian de dueño más rápido que lo que vendió su banca. 

El álbum de amistades políticas de Sánchez es más volátil que el dólar blue. En 2023 juraba lealtad al peronismo, posaba con Sergio Tamayo y coreaba discursos con el Gato Fernández. Pero apenas consiguió la banca, viró sin escalas hacia la vereda opuesta. Hoy, los que eran enemigos son aliados y los que la impulsaron, apenas recuerdos pixelados en posteos archivados. Un zigzag ideológico tan acrobático que haría marear a cualquier brújula partidaria.

Las redes no mienten. El archivo tampoco. Ahí está Sánchez jurando amistad a conveniencia. En tiempos donde la coherencia es mercancía escasa, su habilidad camaleónica recuerda a ese dicho de las abuelas sabias: “Desconfía de quien cambia de amigos como de camisa… porque siempre termina vendiendo el perchero también”.

LICITACIONES AMIGAS

En la Municipalidad de San Luis, las licitaciones se parecen cada vez más a un cumpleaños: se invita a todos, pero los regalos se reparten siempre entre los mismos. Las empresas que ganan contratos millonarios tienen algo en común: lazos estrechos con funcionarios o con ese club selecto de “amigos del poder”, que no figura en ningún registro público, pero maneja los hilos como si tuviera sede en Terrazas.

Las denuncias de empresarios que se presentan de buena fe —y pierden de manera sistemática— ya son rutina. Compiten contra ofertas armadas a medida, donde la transparencia es solo una palabra decorativa en el pliego. Lo que se observa no es una administración eficiente, sino un mecanismo aceitado de favoritismo institucional. Y mientras los que reclaman quedan en offside, los elegidos facturan sin despeinarse.

A esto se suma un detalle que no debería ser menor: la gestión de Hissa paga más caro que el resto. Así lo vienen marcando concejales opositores que revisan precios y encuentran una constante, en San Luis capital, la Municipalidad no busca la mejor oferta, sino la más conveniente… para los suyos. No hay explicación técnica ni argumento económico que justifique el sobreprecio. Lo que hay, claramente, es una lógica de reparto. De amigos, para amigos.

 LOS AMIGOS DE BAZLA

Ricardo Bazla armó su propio gabinete boutique, una oficina a medida donde no falta nadie del círculo íntimo. Mientras en el resto del Estado ajustan sueldos y recortan personal, el secretario de Ética Pública y Control de Gestión parece vivir en otro planeta, contratando amigos como si fueran figuritas difíciles para completar el álbum del poder. Todo esto, en una provincia donde la línea de pobreza es más alta que el nivel de eficacia de su área.

La secretaría es un misterio. No se sabe bien para qué sirve, pero sí a quién le sirve. No responde pedidos incómodos, no resuelve reclamos y no investiga nada que roce al oficialismo. En cambio, funciona como una cabina de prensa encubierta, lanza denuncias contra la gestión anterior, mientras deja pasar las irregularidades del presente con un silencio que ensordece.

El gobierno sigue “acomodando” amigos y sumando más funcionarios en un Estado al que le sobran recursos, pero que los utiliza en cuestiones que no suman a la calidad de vida de los ciudadanos. 

HISSA LE REGALÓ A LOS VECINOS UN ROMPECABEZAS 

A modo de festejar el día del amigo, el intendente Jorge Gastón Hissa, le regaló a los vecinos de la avenida Aristóbulo del Valle, un presente con motivo de la celebración. 

Se trata de un rompecabezas gigante, con muchas piezas, para que los vecinos puedan entretenerse mientras lo arman. 

El único problema que reportan es que el regalo está hecho de pavimento y tiene que ver con las calles que hace poco inauguró Hissa con show y la presencia del gobernador Claudio Poggi. 

Parece que la obra de calidad que prometió el jefe comunal, no fue tan así. Pero al menos los vecinos tienen con qué entretenerse, además de esquivar los baches que hoy ya son peores de los que estaban antes. 

Feliz día del amigo…